Historia de Colombia
La república de Colombia es una nación relativamente nueva, cuenta con menos de 200 años de historia como republica y al igual que el resto del continente americano, sus orígenes como estado se remontan a solo un poco más de cinco siglos. Sin embargo, a pesar de su corta existencia como nación, son varios los sucesos significativos que se han presentado; en esta sección encontrarás información sobrela historia de Colombia partiendo desde la época precolombina hasta nuestros tiempos.
Hasta hace poco se suponía que en la Etapa Formativa Cultural americana las expresiones más precoces de cultura debieron darse en territorios de Mesoamérica, hasta producir las civilizaciones maya, olmeca, tolteca, zapoteca y teothiuacana, a las cuales sobrevinieron losAztecas. O quizás en el Perú, donde se generaron las igualmente conocidas de Chavin, Paracas, Mochica, Nazca y Huari- Tiahuanacu, que derivaron en los Incas. Ambos procesos, entre quinientos años A.C. y el primer milenio de la era cristiana.
Hasta hace poco se suponía que en la Etapa Formativa Cultural americana las expresiones más precoces de cultura debieron darse en territorios de Mesoamérica, hasta producir las civilizaciones maya, olmeca, tolteca, zapoteca y teothiuacana, a las cuales sobrevinieron losAztecas. O quizás en el Perú, donde se generaron las igualmente conocidas de Chavin, Paracas, Mochica, Nazca y Huari- Tiahuanacu, que derivaron en los Incas. Ambos procesos, entre quinientos años A.C. y el primer milenio de la era cristiana.
EPOCA PRECOLOMBINA
Hoy se sabe que la primera agricultura intensiva vinculada a asentamientos estables tuvo su verdadero origen en la selva amazónica, y de allí partió por el año 4.000 a.C. hacia la costas. En Ecuador se han hallado rastros de más de 3.000 años dejados por aldeas mayores a dos mil habitantes, que ya entonces se dedicaban a cultivar yuca y maíz, muchísimo antes que en Méjico o en el altiplano andino.
En la Costa Atlántica colombiana ( Monsú y Puerto Hormiga) también hay indicios equivalentes de comunidades dedicadas a la recolección de moluscos en el cuarto milenio a.C. Los yacimientos de Puerto Hormiga abundan en objetos de piedra, fogones, depósitos de conchas, huesos y muestras cerámicas análogas a las de Valdivia, Ecuador, las últimas de las cuales se atribuyeron en un comienzo a origen japonés, pero que luego una y otra se han relacionado con hallazgos cerámicos vecinos más remotos.
La investigación se extiende por secuencia bien documentada ( Canapote, Barlovento), primero en la Costa caribe, después en la vertiente del Magdalena ( Malambo, 1.120 a. C.), perteneciente esta última a una comunidad sedentaria más desarrollada, donde se da comienzo de la remonta de los ríos hacia el interior. Mucho más tarde, Momil y otros yacimientos presentan orfebrería y algunos rasgos comunes con cerámica mesoamericana, que originalmente parecen haber partido de aquí hacia allá y no al revés. Esa semejanza vuelve a aparecer en las primitivas culturas del Pacífico (Tumaco, Río Mira), adonde sí pueden haber llegado migraciones de origen maya en el último milenio.
Pero si habláramos de presencia humana en el territorio anteriores al horizonte formativo cultural, las más antiguas muestras del Paleo-indio en Colombia proceden de El Abra, muy cerca a Bogotá, y corresponden a 10.450 años a.C. Se encuentran en abrigos rocosos formados por un lago que ocupó la Sabana hace 30.000 años. Otros yacimientos ( Tibitó, Tequendama, entre 6.000 y 11.700 años) contienen muestras de la megafauna del pleistoceno - caballo americano, mastodontes - y entierros humanos.
En Suramérica hay algunos rastros más antiguos que El Abra, y más antiguos todavía se registran en América del Norte, comoquiera que el primitivo poblamiento proviene de allí y se extiende al menos a 35.000 años, cuando se abrió el paso de Asia a América por la zona de Beringia, a través de los puentes secos dejados por el mar en los períodos interglaciares.
Regresando a la memoria cultural precolombina, las primeras formas de sociedad tribal asentadas en la costa y en los ríos dieron un vuelco con el aparecimiento de los "cacicazgos" y las estructuras jerarquizadas de poder, hacia el último milenio a.C.. Entonces viene una etapa colonizadora de las vertientes montañosas; la adopción generalizada del maíz; la ocupación extendida del territorio; los asentamientos con algún nivel de infraestructura; el descubrimiento y práctica de tecnologías de producción, de urbanismo y de comunicación; el comercio de trueque y algunas formas de conocimiento científico-matemático- astronómico.
De este proceso sobresalen los Panzenúes, grupos tribales de las zonas inundables en los deltas de los ríos Sinú y San Jorge, los cuales dominaban técnicas de drenaje y cultivos estaciónales hace ya dos mil años. Y otras dos culturas aún más refinadas, desaparecidas ya para los tiempos históricos: San Agustín y Tierradentro.
En el plano político se empiezan a dar simultáneamente las "federaciones de aldeas", con lo cual se acaban por diferenciar hacia el primer milenio de nuestra era - y así se mantenían por el tiempo de la llegada de los españoles -, dos grandes culturas en proceso de formación de "estados": la Muisca, en el altiplano cundi-boyacense; y la Tayrona, en la Sierra Nevada de Santa Marta. En el espectro general, el medio aborigen fue desarrollando seis grandes familias lingüísticas:
Contribuyó a su exterminio el espíritu guerrero, su poca vocación de servidumbre, la menor nucleación y escasa organización política para negociar, el nomadismo en algunos casos y la hostilidad ancestral entre unos grupos y otros, bien aprovechada por el conquistador.
A ello se sumaba la mayor desprotección de ciertas etnias frente a las enfermedades introducidas por los europeos; y la escasa aplicación de las Leyes de Indias (que fueron muy afirmativas en la defensa de las comunidades indígenas), allí donde no había una vigilancia muy directa de las autoridades coloniales. El caso extremo es el de los caribes, que fueron desde siempre acusados de canibalismo (y de allí su nombre), buen pretexto para cazarlos y esclavizarlos sin escrúpulos teológicos ni objeciones civiles.
En otro contexto empezaba a consolidarse también una incipiente cultura tributaria del Incario al extremo sur del país. El expansionismo de los Incas hacia el norte del Perú, iniciado por Pachacútec, había dominado Ecuador y el sur de Colombia casi al tiempo con la venida de Colón. Algo más tarde, al dividirse el Imperio por el enfrentamiento de Huáscar - con sede en el Cuzco- , contra Atahualpa - instalado en las tierras recién conquistadas -, Pizarro atizó astutamente las rencillas entre los dos Incas hermanos y pescó en el río revuelto de una guerra civil, que involucró la parte sur de Colombia
Fuente:Universidad de los Andes (Colombia)
En la Costa Atlántica colombiana ( Monsú y Puerto Hormiga) también hay indicios equivalentes de comunidades dedicadas a la recolección de moluscos en el cuarto milenio a.C. Los yacimientos de Puerto Hormiga abundan en objetos de piedra, fogones, depósitos de conchas, huesos y muestras cerámicas análogas a las de Valdivia, Ecuador, las últimas de las cuales se atribuyeron en un comienzo a origen japonés, pero que luego una y otra se han relacionado con hallazgos cerámicos vecinos más remotos.
La investigación se extiende por secuencia bien documentada ( Canapote, Barlovento), primero en la Costa caribe, después en la vertiente del Magdalena ( Malambo, 1.120 a. C.), perteneciente esta última a una comunidad sedentaria más desarrollada, donde se da comienzo de la remonta de los ríos hacia el interior. Mucho más tarde, Momil y otros yacimientos presentan orfebrería y algunos rasgos comunes con cerámica mesoamericana, que originalmente parecen haber partido de aquí hacia allá y no al revés. Esa semejanza vuelve a aparecer en las primitivas culturas del Pacífico (Tumaco, Río Mira), adonde sí pueden haber llegado migraciones de origen maya en el último milenio.
Pero si habláramos de presencia humana en el territorio anteriores al horizonte formativo cultural, las más antiguas muestras del Paleo-indio en Colombia proceden de El Abra, muy cerca a Bogotá, y corresponden a 10.450 años a.C. Se encuentran en abrigos rocosos formados por un lago que ocupó la Sabana hace 30.000 años. Otros yacimientos ( Tibitó, Tequendama, entre 6.000 y 11.700 años) contienen muestras de la megafauna del pleistoceno - caballo americano, mastodontes - y entierros humanos.
En Suramérica hay algunos rastros más antiguos que El Abra, y más antiguos todavía se registran en América del Norte, comoquiera que el primitivo poblamiento proviene de allí y se extiende al menos a 35.000 años, cuando se abrió el paso de Asia a América por la zona de Beringia, a través de los puentes secos dejados por el mar en los períodos interglaciares.
Regresando a la memoria cultural precolombina, las primeras formas de sociedad tribal asentadas en la costa y en los ríos dieron un vuelco con el aparecimiento de los "cacicazgos" y las estructuras jerarquizadas de poder, hacia el último milenio a.C.. Entonces viene una etapa colonizadora de las vertientes montañosas; la adopción generalizada del maíz; la ocupación extendida del territorio; los asentamientos con algún nivel de infraestructura; el descubrimiento y práctica de tecnologías de producción, de urbanismo y de comunicación; el comercio de trueque y algunas formas de conocimiento científico-matemático- astronómico.
De este proceso sobresalen los Panzenúes, grupos tribales de las zonas inundables en los deltas de los ríos Sinú y San Jorge, los cuales dominaban técnicas de drenaje y cultivos estaciónales hace ya dos mil años. Y otras dos culturas aún más refinadas, desaparecidas ya para los tiempos históricos: San Agustín y Tierradentro.
En el plano político se empiezan a dar simultáneamente las "federaciones de aldeas", con lo cual se acaban por diferenciar hacia el primer milenio de nuestra era - y así se mantenían por el tiempo de la llegada de los españoles -, dos grandes culturas en proceso de formación de "estados": la Muisca, en el altiplano cundi-boyacense; y la Tayrona, en la Sierra Nevada de Santa Marta. En el espectro general, el medio aborigen fue desarrollando seis grandes familias lingüísticas:
- 1. Chibcha, en el centro, Urabá y Sierra Nevada
- 2. Caribe, en las costas y las vertientes fluviales
- 3. Arawak, en la vertiente amazónica y la Guajira
- 4. Maya, hacia el sur del litoral Pacífico
- 5. Quechua-aymara, en el sur occidente (Nariño-Cauca), y
- 6. Tupí-guaraní, en ciertas riberas orientales
Contribuyó a su exterminio el espíritu guerrero, su poca vocación de servidumbre, la menor nucleación y escasa organización política para negociar, el nomadismo en algunos casos y la hostilidad ancestral entre unos grupos y otros, bien aprovechada por el conquistador.
A ello se sumaba la mayor desprotección de ciertas etnias frente a las enfermedades introducidas por los europeos; y la escasa aplicación de las Leyes de Indias (que fueron muy afirmativas en la defensa de las comunidades indígenas), allí donde no había una vigilancia muy directa de las autoridades coloniales. El caso extremo es el de los caribes, que fueron desde siempre acusados de canibalismo (y de allí su nombre), buen pretexto para cazarlos y esclavizarlos sin escrúpulos teológicos ni objeciones civiles.
En otro contexto empezaba a consolidarse también una incipiente cultura tributaria del Incario al extremo sur del país. El expansionismo de los Incas hacia el norte del Perú, iniciado por Pachacútec, había dominado Ecuador y el sur de Colombia casi al tiempo con la venida de Colón. Algo más tarde, al dividirse el Imperio por el enfrentamiento de Huáscar - con sede en el Cuzco- , contra Atahualpa - instalado en las tierras recién conquistadas -, Pizarro atizó astutamente las rencillas entre los dos Incas hermanos y pescó en el río revuelto de una guerra civil, que involucró la parte sur de Colombia
Fuente:Universidad de los Andes (Colombia)
Etapas Arqueológicas Precolombinas de Colombia
En el territorio de los que hoy es Colombia estos primeros habitantes desarrollaron hacia los 14.000-12.000 AC sistemas de vida móvil basados en la caza y la recolección, sistemas que miles de años después ante la extinción de la megafauna, se transformarían a la explotación de medio ambientes costeros, a la adopción de la agricultura y de la residencia sedentaria. A finales del último milenio AC la vida de los antiguos pobladores contaba con un marcado desarrollo cerámico y agrícola orientado hacia los cultivos de maíz y yuca, mostrando nuevas tendencias de poblamiento (hacia las laderas de las cordilleras), sí como profundas transformaciones en su sistema económico, político y social.
|
Los pueblos indígenas son en su origen anteriores a la conformación del Estado Nacional. La antigüedad de la ocupación americana de los pueblos originarios es todavía tema de estudio e investigación, sin embargo se ha aceptado para América un poblamiento cuyas evidencias arqueológicas se remontan a 30.000 años antes de la era presente.Los pueblos originarios llegaron al territorio americano del norte y del sur del continente, de migraciones oceánicas promovidas por los cambios climáticos de la ultima glaciación. Muchos de ellos se mezclaron con otros pueblos o desaparecieron dejando huellas que hoy se conservan como un patrimonio arqueológico de los pueblos indígenas y de la Nación.
Hacia los primeros siglos de la era cristiana, Colombia se convirtió en escenario de la interacción de numerosas sociedades cacicales con un marcado acento regional. Algunas de estas sociedades de las que perduran piezas de alfarería, orfebrería, recintos ceremoniales y obra hidráulicas, entre otros elementos de la cultura material, alcanzaron una avanzada organización política y social como lo muestra el caso de los grupos Tairona y Muisca. Simultáneamente, cientos de cacicazgos autónomos se distribuían por la amplia geografía de la Costa Atlántica, Los Andes y valles interandinos, mientras en las tierras bajas de la Orinoquia, la Amazonia y el Pacífico vivían comunidades de horticultores, cazadores y pescadores con patrones de vida y de subsistencia diferentes. La arqueología ha clasificado el pasado aborigen en tres períodos, y en algunos casos, y para algunas regiones de América en seis. Esta categorización, que tiene las limitaciones propias de toda explicación evolucionista muestra de todas maneras la complejidad e importancia de estas ocupaciones humanas que antecedieron a la de los pueblos amerindios de la actualidad y que de alguna manera modelaron los paisajes de la Colombia de hoy, y cuyo legado histórico, cultural y económico, no se puede ignorar. |
El Arcaico: 7000 a 2000 años -a.p. |
El Formativo |
Suceden importantes cambios en el clima; el nomadismo tiene períodos estacionales y las gentes se establecen en las costas y valles a orillas de los ríos. Se hace más intensa la recolección de frutos silvestres y de moluscos. Se amplia la división social por sexo y edad para el cumplimiento de actividades especializadas relacionadas con la caza, la pesca y la recolección. Los antiguos habitantes, de este período dejaron evidencia de su modo de vivir en los llamados conchales, cúmulos de restos de conchas entre los que se hallan restos de herramientas de hueso y piedra. En Colombia el conchal más antiguo encontrado hasta el momento es el de Puerto Hormiga, a orillas del Canal del Dique, en el Departamento de Bolívar que data del año 3000 a.p. y que presenta fragmentos cerámicos, uno de los más antiguos de América.
En las zonas bajas de selva tropical grupos pequeños y autónomos de cazadores, recolectores y agricultores nómades, hace mas de mil años ocuparon las riberas de numerosos ríos de la Amazonia, la Orinoquia y la Región del Pacífico. Para autores como Lathrap (1970) el poblamiento amazónico fue el resultado de una expansión originada desde la costa en la desembocadura y llanura aluvial del río Amazonas 3000 años antes de la era presente. Fuente: Departamento Nacional de Planeación de Colombia “Los pueblos indígenas de Colombia en el umbral del nuevo milenio. Población, cultura y territorio: bases para el fortalecimiento social y económico de las comunidades indígenas” Fotos extraidas de la pagina web del Museo del Oro de Colombia |
Es un período muy complejo que abarca desde el año 2000 a.p. hasta el siglo XVI de la era presente. En este período hay un desarrollo de la agricultura, la metalurgia y la cerámica.
En el Formativo Inferior aparece la cerámica utilitaria; se da una organización social más compleja, posiblemente de tipo clanil, y se presentan algunas comunidades relativamente estables de horticultores. En Colombia el Formativo Inferior tuvo un desarrollo particular en la Costa Atlántica -Malambo, 1120 a.p, Momil -. En esta época se domestica y cultiva la yuca y se desarrolla la cacería. En Momil, en sus fase II, hace 1500 años aparece el cultivo del maíz. En el Formativo Medio existen ya grupos sedentarios dedicados a la agricultura -maíz, yuca-; se ocupan las tierras altas; aparecen los primeros cacicazgos, organización compleja que agrupa clanes diferentes con una relativa organización económica. Surge la metalurgia del oro y el cobre. La cerámica se enriquece con motivos decorativos, aparece la estatuaria y se hacen tejidos de algodón. Los principales cacicazgos correspondientes a este período en Colombia corresponden a las culturas Tairona, Sinú, Quimbaya, Pijao, Muisca, Calima, Páez, Pasto y Quillacinga, Tumaco y el complejo San Agustín, cultura esta última que construyó terrazas, montículos y centros funerarios monumentales con estatuas y templetes que podemos apreciar hoy en día. En el Formativo Superior se presentan confederaciones de tribus, hay una compleja estratificación social y una mayor división social del trabajo. Se desarrollan técnicas avanzadas de cultivo con la construcción de terrazas y sistemas de riego. Hay un gran desarrollo de la cerámica decorativa, los tejidos y la orfebrería. Se destacan en este período la cultura Tairona de la Sierra Nevada y la Muisca; esta última, ocupó el altiplano de Cundinamarca y Boyacá. En el río San Jorge todavía puede verse hoy la compleja red de canales y terrazas dejadas por los Zenú que muestran el conocimiento de avanzadas técnicas hidráulicas y agrícolas. |
Culturas Precolombinas en Colombia
"Lo que los indígenas colombianos nos pueden enseñar no son grandes obras de arte arquitectónico, escultural o poético, sino son sus sistemas filosóficos, conceptos que tratan de la relación entre el hombre y la naturaleza, conceptos sobre la necesidad de la convivencia sosegada, la conducta discreta, la opción por el equilibrio."
Gerardo Reichel-Dolmatoff. Antropólogo y arqueólogo colombiano, 1912-1994.
En el territorio que hoy conforma la República de Colombia habitaron un amplio número de culturas precolombinas, la mayoría de ellas con un elevado desarrollo socio-cultural y una buena adaptación a su entorno. Sin embargo, a pesar de su adelanto, la gran mayoría de ellas desapareció, dejándonos solo muestras arqueológicas de su grandeza.En Colombia como en casi todo el territorio de America, la aparición de la agricultura produjo una transformación socioeconómica en los grupos indígenas, propiciando en muchas comunidades un cambio fundamental: se pasó de una sociedad tribal igualitaria, a pequeños Reinos, en los cuales comenzó a aparecer cierta diferenciación social, sin existir aún la propiedad privada. Este nuevo tipo de organización se conoce como Cacicazgo y en la mayoría de las regiones colombianas se prolongó hasta la llegada de los europeos.
Dentro de este marco se dio el surgimiento de algunas comunidades indígenas sobre otras. A esas comunidades se les conoce como las Culturas Indígenas Precolombinas, que en Colombia fueron conformadas por varios grupos importantes, como la Cultura de Nariño, Cultura de Tierradentro, y los Pijaos.
Debido al escaso desarrollo de las fuerzas productivas (técnicas de trabajo y herramientas) casi toda la población de estos grupos tuvo que dedicarse a la agricultura para producir su alimento y poder subsistir.
Sin embargo estas culturas se destacaron por otros logros, ya que además de agricultor el individuo perteneciente a estos grupos era ceramista, tejedor, orfebre; es así que son algunas de sus obras el legado que nos dejaron y describen su estilo de vida.
Los hallazgos arqueológicos en Colombia confirman que los grupos indígenas de esta zona fueron los mejores orfebres de la América precolombina , tanto en la técnica como en la calidad artística.
Fuente:
Universidad Distrital Francisco Jose de Caldas
Gerardo Reichel-Dolmatoff. Antropólogo y arqueólogo colombiano, 1912-1994.
En el territorio que hoy conforma la República de Colombia habitaron un amplio número de culturas precolombinas, la mayoría de ellas con un elevado desarrollo socio-cultural y una buena adaptación a su entorno. Sin embargo, a pesar de su adelanto, la gran mayoría de ellas desapareció, dejándonos solo muestras arqueológicas de su grandeza.En Colombia como en casi todo el territorio de America, la aparición de la agricultura produjo una transformación socioeconómica en los grupos indígenas, propiciando en muchas comunidades un cambio fundamental: se pasó de una sociedad tribal igualitaria, a pequeños Reinos, en los cuales comenzó a aparecer cierta diferenciación social, sin existir aún la propiedad privada. Este nuevo tipo de organización se conoce como Cacicazgo y en la mayoría de las regiones colombianas se prolongó hasta la llegada de los europeos.
Dentro de este marco se dio el surgimiento de algunas comunidades indígenas sobre otras. A esas comunidades se les conoce como las Culturas Indígenas Precolombinas, que en Colombia fueron conformadas por varios grupos importantes, como la Cultura de Nariño, Cultura de Tierradentro, y los Pijaos.
Debido al escaso desarrollo de las fuerzas productivas (técnicas de trabajo y herramientas) casi toda la población de estos grupos tuvo que dedicarse a la agricultura para producir su alimento y poder subsistir.
Sin embargo estas culturas se destacaron por otros logros, ya que además de agricultor el individuo perteneciente a estos grupos era ceramista, tejedor, orfebre; es así que son algunas de sus obras el legado que nos dejaron y describen su estilo de vida.
Los hallazgos arqueológicos en Colombia confirman que los grupos indígenas de esta zona fueron los mejores orfebres de la América precolombina , tanto en la técnica como en la calidad artística.
Fuente:
Universidad Distrital Francisco Jose de Caldas
Conquista de Colombia – Conquista del territorio
Con la llegada de los exploradores españoles al área alrededor del año 1500 entra en la región un nuevo factor poblacional que alteró completamente el anterior panorama que se había venido desarrollando entre los pueblos indígenas. Cuando llegaron los europeos encontraron un pueblo disperso. La diversidad de lenguas, costumbres, religiones y la posición geográfica se convirtieron en desventaja para que los nativos enfrentaran a los invasores.
En la conquista el Rey de España dio a cada conquistador el derecho de fundar poblaciones y gobernar su territorio bajo la misión de convertir al cristianismo a los indígenas y dar un tributo a la corona.
A medida que los españoles fueron avanzando construyeron varios asentamientos y dispusieron una nueva ordenación del territorio según correspondiera a los intereses de cada grupo conquistador, que respondían a los recursos que en estos se encontraran, proceso en el cual generalmente no fueron tenidas en cuenta la opinión de las naciones que allí habitaban.
Estos establecimientos en los siguientes tres siglos continuaron con un proceso de expansión guerrera y colonizadora, introduciendo además, una numerosa población negra africana como mano de obra esclava, avanzando sobre las poblaciones indígenas y de palanqueros que se vieron sometidos a periódicos desplazamientos. De esta manera se desarrollaron y consolidaron las provincias que conformaron la Nueva Granada, al principio como Real Audiencia y desde 1717 como virreinato, incluyendo varias provincias que habían pertenecido hasta ese momento a la jurisdicción del virreinato de Perú.
La invasión - Conquista de ColombiaLas primeras expediciones en el territorio se llevaron a cabo en el litoral Atlántico en 1499, aunque el proceso de colonización se inició en 1509 cuando se fundaron las primeras poblaciones en la región de Urabá y el Darién. Estos primeros asentamientos no prosperaron, siendo Santa Marta, fundada en 1525 por Rodrigo de Bastidas, la más antigua ciudad española que sobrevive en la actualidad en el continente americano.
Tras la exploración de la costa caribe, comenzó la exploración del interior, encomendada por España al Gobernador de Santa marta Fernández de Lugo, en busca de una ruta más corta a las riquezas del Perú, esta expedición la comandó el Capitán Gonzalo Jiménez de Quesada, quien se adentró remontando el Río Magdalena, y cuyo plan inicial era llegar hasta su nacimiento. Cuando la expedición estaba a punto de fracasar, se desvía al oír de una nación (la Muisca) con grandes riquezas, donde conocen sobre la Leyenda de El Dorado, fundando a Santa fe de Bogotá el 6 de agosto de 1538.
Para consolidar la ciudad se señalaron la plaza mayor, las calles y las carreteras, el lugar donde edificar una iglesia, el Cabildo y otros edificios públicos. Alrededor de la plaza se construyeron doce chozas pajizas para el alojamiento de las tropas y una iglesia en donde realizó la primera misa el dominico fray Domingo de las Casas, protector de los indígenas.
Quesada de regreso a Santa Marta, se ve obligado a devolverse al enterarse de dos expediciones que se dirigen a su recién fundada (1538) Santa Fe de Bogotá, estas son las de Sebastián de Belalcázar que parte de Quito y la de los exploradores alemanes dirigidos por Nicolás de Federmán proveniente de Coro (Venezuela), estos arriban en 1539. Para evitar una guerra civil viajan los tres comandantes a España, el rey-emperador, nombra a Quesada Adelantado, a Federmán lo remite a los Welser y a Belarcázar lo nombra gobernador de Popayán, sus hombres fundan Pasto y Neiva, y su segundo Jorge Robledo continua la exploración y conquista del occidente, fundando Cartago y Santafé de Antioquia, independientemente años atrás Pedro de Heredia completa la conquista de la costa al fundar Cartagena de Indias (1533).
El actual territorio de Colombia, como parte de Las Indias no fue considerada como colonia por la administración española, sino como reino (o parte de reinos), gobernado(s) directamente por el monarca, ya que la Corona era la dueña sobre las tierras y mares que se descubrieren y conquistaren, de acuerdo a las Capitulaciones.Por Real Cédula de 1500 se prohibió esclavizar a los indigenas.
Luego las Leyes de Burgos 1512 establecen la Encomienda, para incorporar a los nativos a la civilización europea yevitar la extinción de la población, pero los encomenderos no acatan y desobedecen los mandatos reales, por ello los funcionarios reales solicitan su abolición. Luego se estableció la Mita, que obliga al natural a trabajar tanto al gobernador como al funcionario, ello conduce a una alta mortalidad indígena en el siglo XVI, y la necesidad de la colonización.
Con el riesgo de que las tierras quedasen deshabitadas, la corona vendió propiedades a los gobernantes, conquistadores y a sus descendientes, creándose las grandes haciendas y la posesión de minas, se introducen esclavos negros como mano de obra, igualmente para proteger a la diezmada población indígena se creo el Resguardo, el repoblamiento se consigue al permitir la colonización por campesinos y sus familias que proceden de España. Siendo lo anterior, las bases que inician el período colonial.
La Nueva Granada estuvo gobernada por la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, pero las decisiones importantes para la Colonia se tomaban desde España por El Consejo de Indias. Luego se crea el Virreinato de Santa Fe 1717, para gobernarlo se organizan dos audiencias una en Quito y otra en Bogotá. El visitador Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres reorganiza las rentas y haciendas publicas, lo que origina levantamientos populares como la Revolución de los Comuneros 1781. Posteriormente el neogranadino Antonio Nariño divulga "Los derechos del Hombre y del Ciudadano". Por último el virrey, Amar y Borbón, tuvo que enfrentar la inconformidad de los criollos y los intentos de estos de formar una Junta de Gobierno.
Fuente:
Universidad de los Andes (Colombia)
En la conquista el Rey de España dio a cada conquistador el derecho de fundar poblaciones y gobernar su territorio bajo la misión de convertir al cristianismo a los indígenas y dar un tributo a la corona.
A medida que los españoles fueron avanzando construyeron varios asentamientos y dispusieron una nueva ordenación del territorio según correspondiera a los intereses de cada grupo conquistador, que respondían a los recursos que en estos se encontraran, proceso en el cual generalmente no fueron tenidas en cuenta la opinión de las naciones que allí habitaban.
Estos establecimientos en los siguientes tres siglos continuaron con un proceso de expansión guerrera y colonizadora, introduciendo además, una numerosa población negra africana como mano de obra esclava, avanzando sobre las poblaciones indígenas y de palanqueros que se vieron sometidos a periódicos desplazamientos. De esta manera se desarrollaron y consolidaron las provincias que conformaron la Nueva Granada, al principio como Real Audiencia y desde 1717 como virreinato, incluyendo varias provincias que habían pertenecido hasta ese momento a la jurisdicción del virreinato de Perú.
La invasión - Conquista de ColombiaLas primeras expediciones en el territorio se llevaron a cabo en el litoral Atlántico en 1499, aunque el proceso de colonización se inició en 1509 cuando se fundaron las primeras poblaciones en la región de Urabá y el Darién. Estos primeros asentamientos no prosperaron, siendo Santa Marta, fundada en 1525 por Rodrigo de Bastidas, la más antigua ciudad española que sobrevive en la actualidad en el continente americano.
Tras la exploración de la costa caribe, comenzó la exploración del interior, encomendada por España al Gobernador de Santa marta Fernández de Lugo, en busca de una ruta más corta a las riquezas del Perú, esta expedición la comandó el Capitán Gonzalo Jiménez de Quesada, quien se adentró remontando el Río Magdalena, y cuyo plan inicial era llegar hasta su nacimiento. Cuando la expedición estaba a punto de fracasar, se desvía al oír de una nación (la Muisca) con grandes riquezas, donde conocen sobre la Leyenda de El Dorado, fundando a Santa fe de Bogotá el 6 de agosto de 1538.
Para consolidar la ciudad se señalaron la plaza mayor, las calles y las carreteras, el lugar donde edificar una iglesia, el Cabildo y otros edificios públicos. Alrededor de la plaza se construyeron doce chozas pajizas para el alojamiento de las tropas y una iglesia en donde realizó la primera misa el dominico fray Domingo de las Casas, protector de los indígenas.
Quesada de regreso a Santa Marta, se ve obligado a devolverse al enterarse de dos expediciones que se dirigen a su recién fundada (1538) Santa Fe de Bogotá, estas son las de Sebastián de Belalcázar que parte de Quito y la de los exploradores alemanes dirigidos por Nicolás de Federmán proveniente de Coro (Venezuela), estos arriban en 1539. Para evitar una guerra civil viajan los tres comandantes a España, el rey-emperador, nombra a Quesada Adelantado, a Federmán lo remite a los Welser y a Belarcázar lo nombra gobernador de Popayán, sus hombres fundan Pasto y Neiva, y su segundo Jorge Robledo continua la exploración y conquista del occidente, fundando Cartago y Santafé de Antioquia, independientemente años atrás Pedro de Heredia completa la conquista de la costa al fundar Cartagena de Indias (1533).
El actual territorio de Colombia, como parte de Las Indias no fue considerada como colonia por la administración española, sino como reino (o parte de reinos), gobernado(s) directamente por el monarca, ya que la Corona era la dueña sobre las tierras y mares que se descubrieren y conquistaren, de acuerdo a las Capitulaciones.Por Real Cédula de 1500 se prohibió esclavizar a los indigenas.
Luego las Leyes de Burgos 1512 establecen la Encomienda, para incorporar a los nativos a la civilización europea yevitar la extinción de la población, pero los encomenderos no acatan y desobedecen los mandatos reales, por ello los funcionarios reales solicitan su abolición. Luego se estableció la Mita, que obliga al natural a trabajar tanto al gobernador como al funcionario, ello conduce a una alta mortalidad indígena en el siglo XVI, y la necesidad de la colonización.
Con el riesgo de que las tierras quedasen deshabitadas, la corona vendió propiedades a los gobernantes, conquistadores y a sus descendientes, creándose las grandes haciendas y la posesión de minas, se introducen esclavos negros como mano de obra, igualmente para proteger a la diezmada población indígena se creo el Resguardo, el repoblamiento se consigue al permitir la colonización por campesinos y sus familias que proceden de España. Siendo lo anterior, las bases que inician el período colonial.
La Nueva Granada estuvo gobernada por la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, pero las decisiones importantes para la Colonia se tomaban desde España por El Consejo de Indias. Luego se crea el Virreinato de Santa Fe 1717, para gobernarlo se organizan dos audiencias una en Quito y otra en Bogotá. El visitador Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres reorganiza las rentas y haciendas publicas, lo que origina levantamientos populares como la Revolución de los Comuneros 1781. Posteriormente el neogranadino Antonio Nariño divulga "Los derechos del Hombre y del Ciudadano". Por último el virrey, Amar y Borbón, tuvo que enfrentar la inconformidad de los criollos y los intentos de estos de formar una Junta de Gobierno.
Fuente:
Universidad de los Andes (Colombia)
Independencia de Colombia
El conflicto que condujo a la independenciade España se desarrolló en Colombia entre 1810 y 1819. Cuando Napoleón invade España, el repudio popular - allá y aquí - al Pacto de Bayona (l.808), por el cual se protocolizó la abdicación de Carlos IV, hace la coyuntura favorable al ánimo independentista.
Había de antaño malestares de diverso tipo: la exclusión de los criollos de toda participación en el gobierno; el peso excesivo de losimpuestos; el monopolio del comercio que desazonaba a ingleses, holandeses y franceses, y que generaba además factores estructurales de recesión; así como el absolutismo, que campeaba a contracorriente de las nuevas ideas liberales, fueron factores que impulsaron la independencia de Colombia.
Independencia de ColombiaEn Julio de 1.810 se produjo en Santa Fe un alzamiento detonado por motivos más bien triviales, cuando los hermanos criollos Francisco de Paula y Antonio Morales Galavís fueron a la casa del español José González Llorente a que les prestara un florero para adornar una mesa en que se serviría un banquete a don Antonio Villavicencio, comisario del rey que llegaba a Santa fe de Bogotá.
El español insultó a los criollos, el pueblo se enfureció y estos le dieron una paliza, y se organizó una Junta Suprema de Gobierno del Nuevo Reino de Granada, dirigida por los Criollos, que llevó a declarar Cabildo Abierto, a deponer al Virrey y a suscribir un Acta de Independencia, replicada en otras capitales y en las provincias.
En muchas ciudades empezaron a aparecer juntas que no buscaban independencia sino autonomía con respecto a España. Sin embargo, los criollos terminaron por cambiar de opinión. La proclamación de independencia formal se inició en Venezuela el 5 de julio de 1811, mientras que en la Nueva Granada, debido a la división interna que sufría, se fue realizando de manera gradual, siendo Cartagena la primera provincia en proclamar la independencia el 11 de noviembre de 1811.
El 16 de julio de 1813 siguió su ejemplo Cundinamarca y posteriormente Antioquia, Neiva y Tunja. Las independencias de estas provincias dieron inicio al primer periodo de vida independiente de la Nueva Granada, llamado Primera República, pero también conocido como Patria Boba. El origen de este nombre se debe a las dificultades que enfrentaron los criollos para lograr el gobierno del territorio y que desembocaron en una guerra civil.
Esta primera guerra civil, con la que surgió la nación, tuvo un elemento político de trasfondo: el enfrentamiento entre quienes, como Antonio Nariño, pugnaban por un gobierno centralista y los que defendían el federalismo, como Camilo Torres. Mientras en la América hispana se luchaba por la independencia, en Europa, después de la derrota definitiva de Napoleón Bonaparte en 1814, hace que Fernando VII sea repuesto en el trono español.
El monarca no se aviene a forma alguna de negociación con las antiguas colonias y se inicia la Reconquista , para eso encomendó a Pablo Morillo, quien al mando de un ejército de más de 10.000 soldados emprendió su campaña militar por Venezuela en 1815. La rápida victoria que logró en Cartagena le permitió iniciar el sometimiento del interior de la Nueva Granada.
La reconquista se facilitó en muchas regiones porque los pobladores estaban agotados por la guerra civil. En poco tiempo, los españoles volvieron a dominar el territorio granadino, con excepción de los Llanos Orientales, donde empezó el desarrollo de la tercera etapa del proceso de independencia. Tras la reconquista, vienen la cárcel o el fusilamiento de los líderes granadinos y el exilio de Bolívar en Jamaica.
Mientras Santander reorganiza en los llanos de Casanare un nuevo ejército y Páez combate en el Apure, Bolívar obtiene ayuda del régimen independiente de Haití para embarcarse de regreso, pero fracasa.
Luego con el apoyo de algunos soldados franceses y de Inglaterra, nación que aportó armas, dinero, municiones y un ejército de cinco mil hombres conocido como la Legión Británica, reinicia la guerra en el Orinoco en l.817, unificando alrededor de Bolívar el mando. Deja a Páez en Venezuela y en compañía de Santander emprende la etapa final de la independencia, combatiendo a los españoles en la batalla definitiva del Pantano de Vargas, de la que José María Barreiro, jefe de las tropas españolas, salió debilitado. La victoria criolla fue posible gracias a la decidida participación del comandante Juan José Rondón, quien al mando de 14 lanceros atacó en el preciso momento en que los realistas estaban a punto de ganar la contienda.
La victoria en la Batalla de Boyacá, el 7 de agosto de 1819 selló la derrota definitiva del ejercito español. Días después, el ejército patriota entró en Bogotá, mientras que las tropas españolas buscaban huir a Cartagena o al sur del país. Esta batalla abrió paso para que se llevaran a cabo las campañas libertadoras de Venezuela, Quito, Perú y alto Perú.
En Diciembre de ese mismo año se crea en Angostura La Gran Colombia, formada por lo que habrían de ser luego Colombia (que comprendía entonces a Panamá), Venezuela y Ecuador, parcialmente aún bajo el dominio español. El nuevo país, con capital en Santa fe de Bogotá, quedó al cuidado del Vicepresidente Santander, mientras Bolívar proseguía la guerra.
En España, entre tanto, el reinado de Fernando VII hace crisis: el amotinamiento de Riego impedirá el zarpe de nuevas fuerzas de apoyo a la Reconquista, acelerándose así la liberación de los territorios que permanecían bajo control de la Corona. Morillo regresa a España en l.821, dejando un ejército maltrecho. San Martín, desde el Mar del Plata, ascendía victorioso hacia el Perú, donde Bolívar consigue la expulsión definitiva de los españoles en l.824. Sucre (venezolano) y Córdoba (granadino), fueron los héroes principales de la última fase de la contienda, en cuya provisión material Colombia asumió los suministros y la mayor parte de la deuda contraída con los ingleses.
El sueño bolivariano de mantener unidas las ex-colonias hispánicas tuvo un intento fallido en el Congreso Anfictiónico de Panamá (l.826). Ni siquiera la unidad de las tres naciones socias iniciales de la Gran Colombia prosperó: primero el caudillismo de Páez en Venezuela, y luego el de Flores, en Ecuador, la liquidan. Bolívar muere en Santa Marta en l.830, repudiado por sus compatriotas venezolanos y combatido en Colombia por una generación de jóvenes civilistas, contrarios a la dictadura.
Había de antaño malestares de diverso tipo: la exclusión de los criollos de toda participación en el gobierno; el peso excesivo de losimpuestos; el monopolio del comercio que desazonaba a ingleses, holandeses y franceses, y que generaba además factores estructurales de recesión; así como el absolutismo, que campeaba a contracorriente de las nuevas ideas liberales, fueron factores que impulsaron la independencia de Colombia.
Independencia de ColombiaEn Julio de 1.810 se produjo en Santa Fe un alzamiento detonado por motivos más bien triviales, cuando los hermanos criollos Francisco de Paula y Antonio Morales Galavís fueron a la casa del español José González Llorente a que les prestara un florero para adornar una mesa en que se serviría un banquete a don Antonio Villavicencio, comisario del rey que llegaba a Santa fe de Bogotá.
El español insultó a los criollos, el pueblo se enfureció y estos le dieron una paliza, y se organizó una Junta Suprema de Gobierno del Nuevo Reino de Granada, dirigida por los Criollos, que llevó a declarar Cabildo Abierto, a deponer al Virrey y a suscribir un Acta de Independencia, replicada en otras capitales y en las provincias.
En muchas ciudades empezaron a aparecer juntas que no buscaban independencia sino autonomía con respecto a España. Sin embargo, los criollos terminaron por cambiar de opinión. La proclamación de independencia formal se inició en Venezuela el 5 de julio de 1811, mientras que en la Nueva Granada, debido a la división interna que sufría, se fue realizando de manera gradual, siendo Cartagena la primera provincia en proclamar la independencia el 11 de noviembre de 1811.
El 16 de julio de 1813 siguió su ejemplo Cundinamarca y posteriormente Antioquia, Neiva y Tunja. Las independencias de estas provincias dieron inicio al primer periodo de vida independiente de la Nueva Granada, llamado Primera República, pero también conocido como Patria Boba. El origen de este nombre se debe a las dificultades que enfrentaron los criollos para lograr el gobierno del territorio y que desembocaron en una guerra civil.
Esta primera guerra civil, con la que surgió la nación, tuvo un elemento político de trasfondo: el enfrentamiento entre quienes, como Antonio Nariño, pugnaban por un gobierno centralista y los que defendían el federalismo, como Camilo Torres. Mientras en la América hispana se luchaba por la independencia, en Europa, después de la derrota definitiva de Napoleón Bonaparte en 1814, hace que Fernando VII sea repuesto en el trono español.
El monarca no se aviene a forma alguna de negociación con las antiguas colonias y se inicia la Reconquista , para eso encomendó a Pablo Morillo, quien al mando de un ejército de más de 10.000 soldados emprendió su campaña militar por Venezuela en 1815. La rápida victoria que logró en Cartagena le permitió iniciar el sometimiento del interior de la Nueva Granada.
La reconquista se facilitó en muchas regiones porque los pobladores estaban agotados por la guerra civil. En poco tiempo, los españoles volvieron a dominar el territorio granadino, con excepción de los Llanos Orientales, donde empezó el desarrollo de la tercera etapa del proceso de independencia. Tras la reconquista, vienen la cárcel o el fusilamiento de los líderes granadinos y el exilio de Bolívar en Jamaica.
Mientras Santander reorganiza en los llanos de Casanare un nuevo ejército y Páez combate en el Apure, Bolívar obtiene ayuda del régimen independiente de Haití para embarcarse de regreso, pero fracasa.
Luego con el apoyo de algunos soldados franceses y de Inglaterra, nación que aportó armas, dinero, municiones y un ejército de cinco mil hombres conocido como la Legión Británica, reinicia la guerra en el Orinoco en l.817, unificando alrededor de Bolívar el mando. Deja a Páez en Venezuela y en compañía de Santander emprende la etapa final de la independencia, combatiendo a los españoles en la batalla definitiva del Pantano de Vargas, de la que José María Barreiro, jefe de las tropas españolas, salió debilitado. La victoria criolla fue posible gracias a la decidida participación del comandante Juan José Rondón, quien al mando de 14 lanceros atacó en el preciso momento en que los realistas estaban a punto de ganar la contienda.
La victoria en la Batalla de Boyacá, el 7 de agosto de 1819 selló la derrota definitiva del ejercito español. Días después, el ejército patriota entró en Bogotá, mientras que las tropas españolas buscaban huir a Cartagena o al sur del país. Esta batalla abrió paso para que se llevaran a cabo las campañas libertadoras de Venezuela, Quito, Perú y alto Perú.
En Diciembre de ese mismo año se crea en Angostura La Gran Colombia, formada por lo que habrían de ser luego Colombia (que comprendía entonces a Panamá), Venezuela y Ecuador, parcialmente aún bajo el dominio español. El nuevo país, con capital en Santa fe de Bogotá, quedó al cuidado del Vicepresidente Santander, mientras Bolívar proseguía la guerra.
En España, entre tanto, el reinado de Fernando VII hace crisis: el amotinamiento de Riego impedirá el zarpe de nuevas fuerzas de apoyo a la Reconquista, acelerándose así la liberación de los territorios que permanecían bajo control de la Corona. Morillo regresa a España en l.821, dejando un ejército maltrecho. San Martín, desde el Mar del Plata, ascendía victorioso hacia el Perú, donde Bolívar consigue la expulsión definitiva de los españoles en l.824. Sucre (venezolano) y Córdoba (granadino), fueron los héroes principales de la última fase de la contienda, en cuya provisión material Colombia asumió los suministros y la mayor parte de la deuda contraída con los ingleses.
El sueño bolivariano de mantener unidas las ex-colonias hispánicas tuvo un intento fallido en el Congreso Anfictiónico de Panamá (l.826). Ni siquiera la unidad de las tres naciones socias iniciales de la Gran Colombia prosperó: primero el caudillismo de Páez en Venezuela, y luego el de Flores, en Ecuador, la liquidan. Bolívar muere en Santa Marta en l.830, repudiado por sus compatriotas venezolanos y combatido en Colombia por una generación de jóvenes civilistas, contrarios a la dictadura.
Periodo de la Patria Boba en Colombia
La rivalidad entre las provincias motivada por las ambiciones regionales y la avaricia, dan origen al período de la Patria Boba. Cartagena fue la primera provincia en controvertir la decisión de escoger a Santa Fé de Bogotá y no a ellos como la capital, pues Cartagena tenía los mismos títulos o inclusive más; todo esto era discutido por Santa Fé que desde 1550 había sido capital, y así lo había aceptado la Real Audiencia.
Periodo de la Patria Boba en ColombiaLos cartageneros buscando sabotear la reunión de los diputados, invitan a las demás provincias a que no envíen representantes, argumentando que también Medellín podría ser la capital, en ese momento era muy pequeña, apenas se estaba formando; también propusieron a Mompox.
El Congreso General del Reino se reúne el 22 diciembre de 1810, concurren a ese primer congreso nacional las provincias de Santa Fé, Mariquita, Neiva, Pamplona, Socorro y Novita (Chocó), quedando por fuera provincias tan importantes como Cauca, Antioquia, y Cartagena. Se reúne en esas circunstancias adversas, abocado al fracaso desde el comienzo; en primer lugar, por la ausencia de otras provincias, después por la división interna en los mismos estados; Camilo Torres plantea una constitución federal, y los diputados de Santa Fé principalmente, se oponen.
Además, surge una rivalidad entre el Congreso y la Junta Suprema, los diputados del Congreso pretendían que éste apenas se instalara, asumiera el gobierno; los miembros de la Junta no estaban de acuerdo, pues para ellos la máxima autoridad seguía en la Junta. Por estas razones, no va a funcionar el primer congreso nacional, cuyo objetivo era crear la Constitución.
En otras partes también sucedió lo mismo, se planteaban de entrada las corrientes federalistas y unitarias; igual pasó en Argentina, Venezuela y Quito. En Venezuela contra la oposición del joven Simón Bolívar, se aprueba el federalismo, esto va a hacer fracasar la primera república de Venezuela, lo mismo que pasó acá, pero con el nombre peyorativo de Patria Boba, cuando en realidad debió llamarse fracaso de la primera república.
Fue llamada Patria Boba por la pérdida de tiempo, y en realidad no fue tan boba, se estaban dando los primeros pasos y fue un gran esfuerzo el que se hizo, para llegar hasta la conformación de la República. En vista de que el Congreso fracasa, regresa a Santa Fé, don Antonio Nariño; llegó por Cartagena, critica la actitud de los cartageneros de sabotear la reunión del consejo, y empieza a escribir sobre la defensa del estado unitario.
Por influencia de Nariño se va a empezar a hablar de Cundinamarca , y no de la provincia de Santa Fe; se propone crear una constitución para la provincia de Cundinamarca, ya que no se pudo crear para todo el territorio. Se convoca la reunión de un Colegio Constituyente de la provincia de Cundinamarca, cuyos diputados fueron elegidos por los padres de familia de cada parroquia el 19 de febrero de 1811. Se reúnen en el 27 de febrero y expiden la Constitución de Cundinamarca de 1811, primera constitución escrita que hubo en el territorio colombiano, de carácter provincial. Esta Constitución es muy importante por varias razones:
a. Por el hecho de ser la primera constitución escrita.
b. Serviría de modelo en gran medida a las demás que se iban a expedir por las provincias, posteriormente.
c. Fue la única constitución monárquica que hemos tenido.
d. El artículo 1º. Del título III, decía:
“La provincia de Cundinamarca se rige en monarquía constitucional, para que el rey la gobierne según las leyes, moderando su autoridad por la representación nacional que en esta constitución se expresa y se determina. El ejercicio del poder ejecutivo de estas provincias corresponde al rey, cuando se halle dentro de su territorio, y no este impedido”.
El gobierno se le confía a la Representación nacional, concretamente a su presidente, secundado por dos consejeros; se designó presidente de Cundinamarca a don Jorge Tadeo Lozano, en calidad de viceregente. La representación nacional estaría compuesta por una Cámara de diputados o de representantes, de 19 miembros elegidos por colegios electorales, y un Senado de 5 miembros encargados de la defensa de la constitución.
Se consagra el derecho al voto a los ciudadanos mayores de 25 años, padres o cabezas de familia que vivan de su renta u ocupación, sin depender de otros. Inspirados en la legislación francesa se establece una declaración de deberes, donde se decía que no era buen ciudadano el que no era buen hijo, buen padre, buen hermano, buen amigo y buen esposo.
Don Antonio Nariño había regresado de su largo padecer en las prisiones y asume el liderazgo de la oposición al federalismo; funda el periódico La Bagatela, desde donde combate la idea federal y critica la debilidad del gobierno recientemente instalado, del presidente Lozano; su escrito sobre la inminencia de una reacción realista, provoca una manifestación popular; renuncia Lozano, y él es nombrado en su reemplazo. Antonio Nariño consideraba con toda razón que el gobierno que presidía en calidad de viceregente don Jorge Tadeo Lozano, era un gobierno débil; no era una persona para el gobierno, era más bien de estudio, científico, pero sin dotes de mando.
Mientras tanto, en Santa Fé de Bogotá seguía reunido elCongreso de las provincias, en el mes de noviembre de 1811 se aprueba el Acta de Confederación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada , considerada la primera Constitución Nacional. Fue esta acta, un pacto de confederación redactado fundamentalmente por Camilo Torres, calcado prácticamente del Acta de Confederación que se había aprobado en Estados Unidos en 1777, a raíz de la independencia, por el cual las trece colonias se unen, y se confederan como estados soberanos.
Lo que se buscaba mediante esta Acta de Confederación, es que las provincias de la Nueva Granada se unieran, manteniendo cada una su independencia y su soberanía respecto de las demás; típica confederación; con el fin de presentar un solo frente ante el mundo exterior, en este caso España, por una posible reconquista española. Consagraba otros temas que serían de potestad del Congreso, la defensa común, las relaciones internacionales, la fijación de una moneda, hacer la paz y la guerra; pero en los asuntos reservados a las provincias, señalaba que podían darse su propio gobierno como a bien lo tuvieran, bajo condición de que el gobierno fuera popular, representativo, alternativo, responsable y tener su propia constitución.
Lo más importante del Acta de Confederación de las provincias unidas de la Nueva Granada, fue que desconoció tajantemente las autoridades españolas. Esa acta fue firmada en Santa Fe de Bogotá en noviembre de 1811, únicamente por las provincias de Cartagena, Antioquia, Neiva, Pamplona, y Tunja; no la quisieron aprobar los diputados de Cundinamarca y Chocó, que eran don Ignacio de Herrera y Manuel Bernardo Álvarez.
Independencia de Cartagena
Por la misma época en Cartagena de Indias se proclama la independencia absoluta de España, el 11 de noviembre de 1811. En el acta suscrita en el palacio del Cabildo, se manifiesta los motivos poderosos que llevan a esta solemne declaración, y justifica la resolución tan necesaria que va a separarnos para siempre de la monarquía española. Se instala la Junta de Gobierno y se extingue el Tribunal de la Inquisición. Esta independencia fue muy importante, ya que sería la primera provincia que aisladamente se independiza de la corona española.
Periodo de la Patria Boba en ColombiaLos cartageneros buscando sabotear la reunión de los diputados, invitan a las demás provincias a que no envíen representantes, argumentando que también Medellín podría ser la capital, en ese momento era muy pequeña, apenas se estaba formando; también propusieron a Mompox.
El Congreso General del Reino se reúne el 22 diciembre de 1810, concurren a ese primer congreso nacional las provincias de Santa Fé, Mariquita, Neiva, Pamplona, Socorro y Novita (Chocó), quedando por fuera provincias tan importantes como Cauca, Antioquia, y Cartagena. Se reúne en esas circunstancias adversas, abocado al fracaso desde el comienzo; en primer lugar, por la ausencia de otras provincias, después por la división interna en los mismos estados; Camilo Torres plantea una constitución federal, y los diputados de Santa Fé principalmente, se oponen.
Además, surge una rivalidad entre el Congreso y la Junta Suprema, los diputados del Congreso pretendían que éste apenas se instalara, asumiera el gobierno; los miembros de la Junta no estaban de acuerdo, pues para ellos la máxima autoridad seguía en la Junta. Por estas razones, no va a funcionar el primer congreso nacional, cuyo objetivo era crear la Constitución.
En otras partes también sucedió lo mismo, se planteaban de entrada las corrientes federalistas y unitarias; igual pasó en Argentina, Venezuela y Quito. En Venezuela contra la oposición del joven Simón Bolívar, se aprueba el federalismo, esto va a hacer fracasar la primera república de Venezuela, lo mismo que pasó acá, pero con el nombre peyorativo de Patria Boba, cuando en realidad debió llamarse fracaso de la primera república.
Fue llamada Patria Boba por la pérdida de tiempo, y en realidad no fue tan boba, se estaban dando los primeros pasos y fue un gran esfuerzo el que se hizo, para llegar hasta la conformación de la República. En vista de que el Congreso fracasa, regresa a Santa Fé, don Antonio Nariño; llegó por Cartagena, critica la actitud de los cartageneros de sabotear la reunión del consejo, y empieza a escribir sobre la defensa del estado unitario.
Por influencia de Nariño se va a empezar a hablar de Cundinamarca , y no de la provincia de Santa Fe; se propone crear una constitución para la provincia de Cundinamarca, ya que no se pudo crear para todo el territorio. Se convoca la reunión de un Colegio Constituyente de la provincia de Cundinamarca, cuyos diputados fueron elegidos por los padres de familia de cada parroquia el 19 de febrero de 1811. Se reúnen en el 27 de febrero y expiden la Constitución de Cundinamarca de 1811, primera constitución escrita que hubo en el territorio colombiano, de carácter provincial. Esta Constitución es muy importante por varias razones:
a. Por el hecho de ser la primera constitución escrita.
b. Serviría de modelo en gran medida a las demás que se iban a expedir por las provincias, posteriormente.
c. Fue la única constitución monárquica que hemos tenido.
d. El artículo 1º. Del título III, decía:
“La provincia de Cundinamarca se rige en monarquía constitucional, para que el rey la gobierne según las leyes, moderando su autoridad por la representación nacional que en esta constitución se expresa y se determina. El ejercicio del poder ejecutivo de estas provincias corresponde al rey, cuando se halle dentro de su territorio, y no este impedido”.
El gobierno se le confía a la Representación nacional, concretamente a su presidente, secundado por dos consejeros; se designó presidente de Cundinamarca a don Jorge Tadeo Lozano, en calidad de viceregente. La representación nacional estaría compuesta por una Cámara de diputados o de representantes, de 19 miembros elegidos por colegios electorales, y un Senado de 5 miembros encargados de la defensa de la constitución.
Se consagra el derecho al voto a los ciudadanos mayores de 25 años, padres o cabezas de familia que vivan de su renta u ocupación, sin depender de otros. Inspirados en la legislación francesa se establece una declaración de deberes, donde se decía que no era buen ciudadano el que no era buen hijo, buen padre, buen hermano, buen amigo y buen esposo.
Don Antonio Nariño había regresado de su largo padecer en las prisiones y asume el liderazgo de la oposición al federalismo; funda el periódico La Bagatela, desde donde combate la idea federal y critica la debilidad del gobierno recientemente instalado, del presidente Lozano; su escrito sobre la inminencia de una reacción realista, provoca una manifestación popular; renuncia Lozano, y él es nombrado en su reemplazo. Antonio Nariño consideraba con toda razón que el gobierno que presidía en calidad de viceregente don Jorge Tadeo Lozano, era un gobierno débil; no era una persona para el gobierno, era más bien de estudio, científico, pero sin dotes de mando.
Mientras tanto, en Santa Fé de Bogotá seguía reunido elCongreso de las provincias, en el mes de noviembre de 1811 se aprueba el Acta de Confederación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada , considerada la primera Constitución Nacional. Fue esta acta, un pacto de confederación redactado fundamentalmente por Camilo Torres, calcado prácticamente del Acta de Confederación que se había aprobado en Estados Unidos en 1777, a raíz de la independencia, por el cual las trece colonias se unen, y se confederan como estados soberanos.
Lo que se buscaba mediante esta Acta de Confederación, es que las provincias de la Nueva Granada se unieran, manteniendo cada una su independencia y su soberanía respecto de las demás; típica confederación; con el fin de presentar un solo frente ante el mundo exterior, en este caso España, por una posible reconquista española. Consagraba otros temas que serían de potestad del Congreso, la defensa común, las relaciones internacionales, la fijación de una moneda, hacer la paz y la guerra; pero en los asuntos reservados a las provincias, señalaba que podían darse su propio gobierno como a bien lo tuvieran, bajo condición de que el gobierno fuera popular, representativo, alternativo, responsable y tener su propia constitución.
Lo más importante del Acta de Confederación de las provincias unidas de la Nueva Granada, fue que desconoció tajantemente las autoridades españolas. Esa acta fue firmada en Santa Fe de Bogotá en noviembre de 1811, únicamente por las provincias de Cartagena, Antioquia, Neiva, Pamplona, y Tunja; no la quisieron aprobar los diputados de Cundinamarca y Chocó, que eran don Ignacio de Herrera y Manuel Bernardo Álvarez.
Independencia de Cartagena
Por la misma época en Cartagena de Indias se proclama la independencia absoluta de España, el 11 de noviembre de 1811. En el acta suscrita en el palacio del Cabildo, se manifiesta los motivos poderosos que llevan a esta solemne declaración, y justifica la resolución tan necesaria que va a separarnos para siempre de la monarquía española. Se instala la Junta de Gobierno y se extingue el Tribunal de la Inquisición. Esta independencia fue muy importante, ya que sería la primera provincia que aisladamente se independiza de la corona española.
LA REPÚBLICA DE COLOMBIA
Desde la cración de la República, la vida del país en el siglo XIX transcurre en una sucesión de enfrentamientos entre bolivarianos y santanderistas; artesanos y librecambistas; conservadores y liberales; federalistas y centralistas; terratenientes, esclavos y aparceros; clericales y radicales, que dan lugar a un rosario de conflictos civiles. Entre ellos: revolución de Obando y guerra "de los Supremos" (l.839-41); revolución de Melo en el 54; levantamiento de Mosquera en 59-61; guerra contra Ecuador; guerra del 76; guerra del 84.
Transcurrir de la República en el Siglo XIXHubo entre un choque y otro varias Constituciones y cambios de nombre y de rumbo de la República, entre los cuales destacan los ensayos federales, cuya expresión máxima se alcanza en la Constitución de Rionegro (Estados Unidos de Colombia, l.863), a partir de la cual nueve Estados Soberanos viven con alto grado de autonomía, unos pocos para su progreso y la mayoría, para perpetuar privilegios de las oligarquías regionales. En l.851 el Congreso decretó la abolición definitiva de la esclavitud.
En l.861, Mosquera, quien fuera tres veces Presidente y quien ordenó también la segunda expulsión de los jesuitas , impone la "desamortización de bienes de manos muertas", mediante la cual pasaron a manos laicas los latifundios propios o administrados por la Iglesia, una tercera parte del suelo útil del país. Otro tanto se venía haciendo con los resguardos y los ejidos, con lo cual se obtuvo una reacción de la economía agraria, a costa de dejar a los indígenas y las formas comunitarias tradicionales de producción, en desventaja.
El desorden institucional, la quiebra de la Hacienda Pública, las rivalidades entre caudillos, encontraron al fin un dique en la Constitución de l.886, que canceló el federalismo definitivamente y fortaleció el poder central. Núñez fue su gestor, al encabezar el movimiento de la "Regeneración". Pero las garantías democráticas quedaron suspendidas y la persecución contra los radicales llevó a una última contienda finisecular denominada de "Guerra de los Mil Días", en mitad de la cual se inicia el siglo XX. Con ésta, la peor de las guerras "declaradas", se consolida el bipartidismo liberal-conservador.
Apenas empezaba la reconstrucción cuando Colombia sufre el más profundo trauma de su historia: la separación de Panamá (l.903), instigada por los intereses de los Estados Unidos en el Canal.
Los siguientes treinta años marcan un lento proceso de integración territorial y de delimitación fronteriza. Al culminar la "hegemonía" conservadora, habrá un incidente de guerra contra el Perú en l.932, donde Colombia recupera la franja amazónica invadida. Se avanza en la construcción de caminos, puertos y ferrocarriles; se fomentan la caficultura, el tabaco, el banano (que dará lugar a un grave choque entre trabajadores de las plantaciones de la United Fruit y el Ejército, en 1.928, con lo cual surge a la historia el movimiento sindical); y la producción minera de oro, plata y petróleo, estas últimas con fuertes inversiones extranjeras. Se exportan banano, cacao, oro, caucho y maderas, caféy tabaco. Y surgen las primeras manufacturas.
Los liberales llegan al poder en los treintas, con ánimo de modernizar los criterios de desarrollo e introducen reformas al sistema laboral, al régimen de propiedad de la tierra y a otros aspectos, como la educación, muy descuidada desde las administracionesradicales del siglo anterior. Y renuevan el impulso a la industrialización, impuesta por la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial.
El regreso de los conservadores al poder en l.946, en medio de fuertes tensiones políticas, agudiza viejos enfrentamientos: Jorge Eliécer Gaitán, líder liberal de amplio arraigo popular, es asesinado en l.948, cuando se celebraba en Bogotá la Conferencia Panamericana que dio origen a la O.E.A. Hubo grandes motines urbanos y se desató el período de "la Violencia", un quinquenio de barbarie que asoló campos y ciudades. En algunas zonas se formaron guerrillas para enfrentar a la Policía. Un golpe de estado interrumpió por corto lapso (l.953-58) la larga historia de democracia formal en Colombia.
El Gobierno Militar obtuvo un armisticio parcial en las luchas campesinas, pero las restricciones a la prensa y a la actividad de los partidos llevaron a liberales y conservadores a unirse para derrocarlo. El acuerdo del "Frente Nacional" cobró carácter constitucional de gobiernos compartidos y alternados a partir de l.958, y duró con variaciones más de lo previsto, sin lograr erradicar las guerrillas, que resurgieron con otro carácter (agrarista en unos casos, comunista o castrista en otros, maoísta los de más allá, sin excluir el aparecimiento entre ellas hacia el final, de bandas de delincuentes comunes). Ello se debió en parte a la nula oportunidad que el modelo daba a opciones diferentes a los dos partidos mencionados, y en parte a la tardanza de los gobernantes en atender situaciones de extrema pobreza o marginalidad en amplias zonas de la población.
Dentro de un inocultable progreso material y con una economía más saludable que la de sus vecinos, en los últimos años Colombia se muestra como un país notablemente integrado, diversificado e inteligente en el manejo de sus recursos, con admirable capacidad para lograr sutiles equilibrios en las más difíciles crisis, pero todavía distante de resolverlas. Hoy en día prosiguen enfrentamientos entre militares y guerrillas en ciertas regiones, sin demasiado riesgo a la población civil. También se adelanta una lucha constante contra los productores y exportadores de droga, en la que han muerto centenares de jueces, varios ministros, tres candidatos presidenciales y millares de civiles y policías.
Los últimos gobiernos han reconocido la necesidad de apertura a la participación política de los grupos disidentes, y la han intentado con éxito parcial. La nueva Constitución de l.991, redactada por indígenas, grupos de izquierda, guerrilleros desmovilizados, minorías religiosas y representantes de los poderes tradicionales, es reconocidamente democrática y bien recibida por la opinión pública, y con ella los colombianos creen haber abierto un nuevo ambiente institucional a la reconciliación.
Transcurrir de la República en el Siglo XIXHubo entre un choque y otro varias Constituciones y cambios de nombre y de rumbo de la República, entre los cuales destacan los ensayos federales, cuya expresión máxima se alcanza en la Constitución de Rionegro (Estados Unidos de Colombia, l.863), a partir de la cual nueve Estados Soberanos viven con alto grado de autonomía, unos pocos para su progreso y la mayoría, para perpetuar privilegios de las oligarquías regionales. En l.851 el Congreso decretó la abolición definitiva de la esclavitud.
En l.861, Mosquera, quien fuera tres veces Presidente y quien ordenó también la segunda expulsión de los jesuitas , impone la "desamortización de bienes de manos muertas", mediante la cual pasaron a manos laicas los latifundios propios o administrados por la Iglesia, una tercera parte del suelo útil del país. Otro tanto se venía haciendo con los resguardos y los ejidos, con lo cual se obtuvo una reacción de la economía agraria, a costa de dejar a los indígenas y las formas comunitarias tradicionales de producción, en desventaja.
El desorden institucional, la quiebra de la Hacienda Pública, las rivalidades entre caudillos, encontraron al fin un dique en la Constitución de l.886, que canceló el federalismo definitivamente y fortaleció el poder central. Núñez fue su gestor, al encabezar el movimiento de la "Regeneración". Pero las garantías democráticas quedaron suspendidas y la persecución contra los radicales llevó a una última contienda finisecular denominada de "Guerra de los Mil Días", en mitad de la cual se inicia el siglo XX. Con ésta, la peor de las guerras "declaradas", se consolida el bipartidismo liberal-conservador.
Apenas empezaba la reconstrucción cuando Colombia sufre el más profundo trauma de su historia: la separación de Panamá (l.903), instigada por los intereses de los Estados Unidos en el Canal.
Los siguientes treinta años marcan un lento proceso de integración territorial y de delimitación fronteriza. Al culminar la "hegemonía" conservadora, habrá un incidente de guerra contra el Perú en l.932, donde Colombia recupera la franja amazónica invadida. Se avanza en la construcción de caminos, puertos y ferrocarriles; se fomentan la caficultura, el tabaco, el banano (que dará lugar a un grave choque entre trabajadores de las plantaciones de la United Fruit y el Ejército, en 1.928, con lo cual surge a la historia el movimiento sindical); y la producción minera de oro, plata y petróleo, estas últimas con fuertes inversiones extranjeras. Se exportan banano, cacao, oro, caucho y maderas, caféy tabaco. Y surgen las primeras manufacturas.
Los liberales llegan al poder en los treintas, con ánimo de modernizar los criterios de desarrollo e introducen reformas al sistema laboral, al régimen de propiedad de la tierra y a otros aspectos, como la educación, muy descuidada desde las administracionesradicales del siglo anterior. Y renuevan el impulso a la industrialización, impuesta por la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial.
El regreso de los conservadores al poder en l.946, en medio de fuertes tensiones políticas, agudiza viejos enfrentamientos: Jorge Eliécer Gaitán, líder liberal de amplio arraigo popular, es asesinado en l.948, cuando se celebraba en Bogotá la Conferencia Panamericana que dio origen a la O.E.A. Hubo grandes motines urbanos y se desató el período de "la Violencia", un quinquenio de barbarie que asoló campos y ciudades. En algunas zonas se formaron guerrillas para enfrentar a la Policía. Un golpe de estado interrumpió por corto lapso (l.953-58) la larga historia de democracia formal en Colombia.
El Gobierno Militar obtuvo un armisticio parcial en las luchas campesinas, pero las restricciones a la prensa y a la actividad de los partidos llevaron a liberales y conservadores a unirse para derrocarlo. El acuerdo del "Frente Nacional" cobró carácter constitucional de gobiernos compartidos y alternados a partir de l.958, y duró con variaciones más de lo previsto, sin lograr erradicar las guerrillas, que resurgieron con otro carácter (agrarista en unos casos, comunista o castrista en otros, maoísta los de más allá, sin excluir el aparecimiento entre ellas hacia el final, de bandas de delincuentes comunes). Ello se debió en parte a la nula oportunidad que el modelo daba a opciones diferentes a los dos partidos mencionados, y en parte a la tardanza de los gobernantes en atender situaciones de extrema pobreza o marginalidad en amplias zonas de la población.
Dentro de un inocultable progreso material y con una economía más saludable que la de sus vecinos, en los últimos años Colombia se muestra como un país notablemente integrado, diversificado e inteligente en el manejo de sus recursos, con admirable capacidad para lograr sutiles equilibrios en las más difíciles crisis, pero todavía distante de resolverlas. Hoy en día prosiguen enfrentamientos entre militares y guerrillas en ciertas regiones, sin demasiado riesgo a la población civil. También se adelanta una lucha constante contra los productores y exportadores de droga, en la que han muerto centenares de jueces, varios ministros, tres candidatos presidenciales y millares de civiles y policías.
Los últimos gobiernos han reconocido la necesidad de apertura a la participación política de los grupos disidentes, y la han intentado con éxito parcial. La nueva Constitución de l.991, redactada por indígenas, grupos de izquierda, guerrilleros desmovilizados, minorías religiosas y representantes de los poderes tradicionales, es reconocidamente democrática y bien recibida por la opinión pública, y con ella los colombianos creen haber abierto un nuevo ambiente institucional a la reconciliación.
20 de Julio de 1810 - Grito de independencia de Colombia
El 20 de julio de 1810 fue el inicio de los sucesos que cambiaron la historia de Colombia.
La historia nos dice que todo comenzó con un florero. Era viernes - 20 de julio y día de mercado - cuando un criollo fue a pedir prestado un florero. Un acto, en apariencia efímero, desató en un enfrentamiento entre criollos y españoles y culminó en la independencia de Colombia.
Sin embargo, hoy en día es claro que lo que sucedió este día no fue un hecho espontáneo como aquellos que habían caracterizado la vida política colonial. Fue la consecuencia de varias circunstancias que sucedieron en cascada y desembocaron en una gran rebelión del pueblo.
Los criollos tenían razones de fondo, que el 20 de julio se convirtieron en la gota que rebosó la copa. En las juntas realizadas entre 1808 y 1810, a pesar de que los criollos fueron invitados, la representación era mínima: entre 36 peninsulares, había 9 americanos. Esto hizo que los criollos por primera vez pensaran en la posibilidad de acatar un Estado- Nación.
Otro suceso fue el arresto, el 10 de agosto de 1809, del presidente de la audiencia de Quito, el Conde Ruiz de Castilla y sus ministros fueron sustituidos por la junta suprema de gobierno integrada por la elite criolla quiteña. Otra de las causas fueron los motines de Cartagena, del 22 de mayo de 1810 y los del Socorro en el 9 de julio del mismo año.
En consecuencia se creó la junta de notables integrada por autoridades civiles e intelectuales criollos. Los principales personeros de la oligarquía criolla que conformaban la junta eran: José Miguel Pey, Camilo Torres, Acevedo Gómez, Joaquín Camacho, Jorge Tadeo Lozano, Antonio Morales, entre otros.
Comenzaron a realizar reuniones sucesivas en las casas de los integrantes y luego en el observatorio astronómico, cuyo director era Francisco José de Caldas. En estas reuniones empezaron a pensar en la táctica política que consistía en provocar una limitada y transitoria perturbación del orden público y así aprovechar para tomar el poder español.
La junta de notables propuso promover un incidente con los españoles, a fin de crear una situación conflictiva que diera salida al descontento potencial que existía en Santa fe contra la audiencia española. Lo importante era conseguir que el Virrey, presionado por la perturbación del orden, constituyera ese mismo día la Junta Suprema de Gobierno, presidida por el señor Amar e integrada por los Regidores del Cabildo de Santa fe.
Don Antonio Morales manifestó que el incidente podía provocarse con el comerciante peninsular don José González Llorente y se ofreció "gustoso" a intervenir en el altercado. Los notables criollos aceptaron la propuesta y decidieron ejecutar el proyecto el viernes, 20 de julio, fecha en que la Plaza Mayor estaría colmada de gente de todas las clases sociales, por ser el día habitual de mercado.
Para evitar la sospecha de provocación se convino que Don Luis Rubio fuera el día indicado a la tienda de Llorente a pedirle prestado un florero o cualquier clase de adorno que les sirviera para decorar la mesa del anunciado banquete a Villavicencio. En el caso de una negativa, los hermanos Morales procederían a agredir al español.
A fin de garantizar el éxito del plan, si Llorente entregaba el florero o se negaba de manera cortés, se acordó que don Francisco José de Caldas pasara a la misma hora por frente del almacén de Llorente y le saludara, lo cuál daría oportunidad a Morales para reprenderlo por dirigir la palabra a un "chapetón" enemigo de los americanos y dar así comienzo al incidente.
Llegó el día indicado - 20 de julio 1810Eran las 11 de la mañana y la plaza mayor estaba colmada por una heterogénea concurrencia, compuesta de tratantes y vivanderos, indios de los resguardos de la sabana y gente de todas las clases sociales de la capital.
Poco antes de las doce del día, como estaba previsto, se presentó don Luis de Rubio en el almacén de Llorente y después de hablarle del anunciado banquete a Villavicencio, le pidió prestado el florero para adornar la mesa. Llorente se negó a facilitar el florero, pero su negativa no fue dada en términos despectivos o groseros. Se limitó a explicar diciendo que había prestado la pieza varias veces y ésta se estaba maltratando y por lo tanto, perdiendo su valor.
Entonces intervino Caldas, quien pasó por frente del almacén y saludó a Llorente, lo que permitió a don Antonio Morales, como estaba acordado, tomar la iniciativa y formular duras críticas hacia Llorente. Morales y sus compañeros comenzaron entonces a gritar que el comerciante español había dicho a Rubio malas palabras contra Villavicencio y los americanos, afirmación que Llorente negó categóricamente.
Mientras tanto los principales conjurados se dispersaron por la plaza gritando: ¡Están insultando a los americanos! ¡Queremos Junta! ¡Viva el Cabildo! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Mueran los bonapartistas!. La ira se tomó el sentir del pueblo.
Indios, blancos, patricios, plebeyos, ricos y pobres empezaron a romper a pedradas las vidrieras y a forzar las puertas. El virrey don Antonio Amar y Borbón desde su palacio, observaba con alarma la situación que se escapaba de sus manos; la guardia que era porcierto muy escasa, estaba al mando de Baraya, quien rápidamente puso las tropas al servicio de la revolución, a tal punto que los cañones se enfilaron hacia el palacio del virrey.
El virrey muy asustado, aceptó reunir un cabildo extraordinario presidido por él, los oidores y los miembros del Cabildo de Santa Fe; al final de la tarde se impuso dicha reunión, se procedió a la elección de los vocales, de los voceros, que se fue haciendo por admiración; desde el balcón de la casa se iban proponiendo nombres de todos los próceres, y el pueblo los iba aclamando: Camilo Torres, Luis Caicedo y Flórez, Joaquín Gutiérrez, José Miguel Pey, Frutus Joaquín Gutiérrez, Sinforoso Mutis, Miguel Pombo, Luis Fernando Azuola Pedro Groot, Andrés Rosillo, Antonio y Francisco Morales, Antonio Baraya. Hacía las seis de la tarde, José Acevedo y Gómez lanza una arenga que le mereció el título de Tribuno del pueblo, invitando a la gente a que se mantuviera en pie, defendiendo lo que se estaba buscando.
La arenga, termina con unas palabras conocidas:
“Si perdéis estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis escapar esta ocasión única y feliz, antes de 12 horas, seréis tratados como los insurgentes, ved los calabozos, los grillos y las cadenas que os esperan.”
Reunido el Cabildo, se procedió a elegir una Junta Suprema de Gobierno; la cual se encargaría del gobierno y se desconocía la autoridad del virrey.
Al día siguiente, el virrey fue puesto preso junto con la virreina, el pueblo se llevó al virrey a la gendarmería y a la virreina la llevaron en medio de insultos a la cárcel deldivorcio, que era la cárcel de mujeres; eso no fue bien visto por los miembros de la Junta Suprema de Gobierno, consideraron que era una medida drástica, y por orden de Camilo Torres y de otros miembros de la Junta, fueron liberados y vueltos a palacio, pero ya estaban destituidos. El 15 de agosto son deportados primero a Cartagena y más tarde a España. Acabando así con el virreinato.
Una vez instalada la Junta Suprema, durante las horas finales de la tarde, la noche del 20 de julio y el amanecer del 21 de julio, se redactó el acta que se conoce con el nombre de Acta de Independencia .
En dicha acta, se hace mención entre otras cosas:
Se depositaba en la Junta Suprema el gobierno del reino, interinamente; mientras la misma Junta formaría la Constitución, que lograría afianzar la felicidad pública, contando con las nobles provincias a las que se les pedirán sus diputados, este cuerpo formará el reglamento para elegirlas; y tanto este reglamento, como la Constitución de Gobierno, deberá formarse sobre las bases de la libertad, e independencia, ligadas únicamente por un sistema federativo, cuya representación deberá residir en esta capital para que vele por la seguridad de la Nueva Granada.
Se le empieza a quitar la autoridad al virrey, y se le da a la Junta Suprema, que esta compuesta por criollos, mientras se establece una constitución. Se habla por primera vez de una constitución.
Se alcanza la felicidad pública.
Se involucra a todo el pueblo, con diputados representándolos.
Se considera por primera vez las elecciones.
Se dan las bases de la libertad y de federalismo.
En el acta se dice: “Que protesta no abdicar los derechos imprescriptibles de la soberanía del pueblo en otra persona que la de su augusto y desgraciado monarca don Fernando VII.” Pedían que el rey viniera a gobernar entre ellos, algo que de antemano se sabía no podía ser, puesto que estaba preso, y porque ni siquiera reinaba en España. Quedaba entonces, el gobierno sujeto a la Suprema Junta de Regencia existente en la península y sobre la Constitución que de al pueblo .
El nexo con la Junta de Regencia fue discutido, ahí se podía decir que no había un ánimo de independencia; se dieron cuenta que de un momento a otro, no podían romper los vínculos del pueblo con el monarca, considerado una víctima ante los ojos de la gente, por lo que había hecho el déspota Napoleón. El pobre Fernando VII vivía como un holgazán en su castillo, su padre y su madre en otro; Carlos IV padre designaba a su hijo Fernando VII, quien a su vez designaba a Napoleón, éste a un virrey, y por ello no se daba el gobierno; esta situación no era entendida por el pueblo.
El reconocimiento de la Junta de Regencia origina en el seno mismo de la Junta Suprema una división, denominada regentista y anteregentista; una corriente liberal que era partidaria de desconocer la Regencia, y el otro sector conservador de la Junta, que era partidario de mantener el título de la Regencia.
El acta del 20 de julio es realmente un Acta de Independencia, se reconoce a Fernando VII pero de manera teórica, porque en la práctica se da un gobierno, la voluntad de convocar un congreso, de hacer una constitución, de sentar una patria, y de una vez adoptar una forma federal.
Los acontecimientos continuaron en una forma precipitada, se sigue la propia dinámica de una revolución; don José María Carbonell y otros próceres muy exaltados, se mantenían durante esos días recorriendo las calles agitando las masas, para mantener viva esa llama. El 29 de julio la Junta Suprema convoca “El Congreso General del Reino”, que tendría la misión de darle al territorio emancipado su primera Constitución.
El Congreso General del Reino se reunió el 22 de diciembre, prestó el juramento de “sostener los derechos del rey Fernando VII contra el usurpador de su corona Napoleón Bonaparte y su hermano José; defender la independencia y soberanía de este reino contra toda opresión exterior” . No se daba una ruptura total con el soberano español.
La historia nos dice que todo comenzó con un florero. Era viernes - 20 de julio y día de mercado - cuando un criollo fue a pedir prestado un florero. Un acto, en apariencia efímero, desató en un enfrentamiento entre criollos y españoles y culminó en la independencia de Colombia.
Sin embargo, hoy en día es claro que lo que sucedió este día no fue un hecho espontáneo como aquellos que habían caracterizado la vida política colonial. Fue la consecuencia de varias circunstancias que sucedieron en cascada y desembocaron en una gran rebelión del pueblo.
Los criollos tenían razones de fondo, que el 20 de julio se convirtieron en la gota que rebosó la copa. En las juntas realizadas entre 1808 y 1810, a pesar de que los criollos fueron invitados, la representación era mínima: entre 36 peninsulares, había 9 americanos. Esto hizo que los criollos por primera vez pensaran en la posibilidad de acatar un Estado- Nación.
Otro suceso fue el arresto, el 10 de agosto de 1809, del presidente de la audiencia de Quito, el Conde Ruiz de Castilla y sus ministros fueron sustituidos por la junta suprema de gobierno integrada por la elite criolla quiteña. Otra de las causas fueron los motines de Cartagena, del 22 de mayo de 1810 y los del Socorro en el 9 de julio del mismo año.
En consecuencia se creó la junta de notables integrada por autoridades civiles e intelectuales criollos. Los principales personeros de la oligarquía criolla que conformaban la junta eran: José Miguel Pey, Camilo Torres, Acevedo Gómez, Joaquín Camacho, Jorge Tadeo Lozano, Antonio Morales, entre otros.
Comenzaron a realizar reuniones sucesivas en las casas de los integrantes y luego en el observatorio astronómico, cuyo director era Francisco José de Caldas. En estas reuniones empezaron a pensar en la táctica política que consistía en provocar una limitada y transitoria perturbación del orden público y así aprovechar para tomar el poder español.
La junta de notables propuso promover un incidente con los españoles, a fin de crear una situación conflictiva que diera salida al descontento potencial que existía en Santa fe contra la audiencia española. Lo importante era conseguir que el Virrey, presionado por la perturbación del orden, constituyera ese mismo día la Junta Suprema de Gobierno, presidida por el señor Amar e integrada por los Regidores del Cabildo de Santa fe.
Don Antonio Morales manifestó que el incidente podía provocarse con el comerciante peninsular don José González Llorente y se ofreció "gustoso" a intervenir en el altercado. Los notables criollos aceptaron la propuesta y decidieron ejecutar el proyecto el viernes, 20 de julio, fecha en que la Plaza Mayor estaría colmada de gente de todas las clases sociales, por ser el día habitual de mercado.
Para evitar la sospecha de provocación se convino que Don Luis Rubio fuera el día indicado a la tienda de Llorente a pedirle prestado un florero o cualquier clase de adorno que les sirviera para decorar la mesa del anunciado banquete a Villavicencio. En el caso de una negativa, los hermanos Morales procederían a agredir al español.
A fin de garantizar el éxito del plan, si Llorente entregaba el florero o se negaba de manera cortés, se acordó que don Francisco José de Caldas pasara a la misma hora por frente del almacén de Llorente y le saludara, lo cuál daría oportunidad a Morales para reprenderlo por dirigir la palabra a un "chapetón" enemigo de los americanos y dar así comienzo al incidente.
Llegó el día indicado - 20 de julio 1810Eran las 11 de la mañana y la plaza mayor estaba colmada por una heterogénea concurrencia, compuesta de tratantes y vivanderos, indios de los resguardos de la sabana y gente de todas las clases sociales de la capital.
Poco antes de las doce del día, como estaba previsto, se presentó don Luis de Rubio en el almacén de Llorente y después de hablarle del anunciado banquete a Villavicencio, le pidió prestado el florero para adornar la mesa. Llorente se negó a facilitar el florero, pero su negativa no fue dada en términos despectivos o groseros. Se limitó a explicar diciendo que había prestado la pieza varias veces y ésta se estaba maltratando y por lo tanto, perdiendo su valor.
Entonces intervino Caldas, quien pasó por frente del almacén y saludó a Llorente, lo que permitió a don Antonio Morales, como estaba acordado, tomar la iniciativa y formular duras críticas hacia Llorente. Morales y sus compañeros comenzaron entonces a gritar que el comerciante español había dicho a Rubio malas palabras contra Villavicencio y los americanos, afirmación que Llorente negó categóricamente.
Mientras tanto los principales conjurados se dispersaron por la plaza gritando: ¡Están insultando a los americanos! ¡Queremos Junta! ¡Viva el Cabildo! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Mueran los bonapartistas!. La ira se tomó el sentir del pueblo.
Indios, blancos, patricios, plebeyos, ricos y pobres empezaron a romper a pedradas las vidrieras y a forzar las puertas. El virrey don Antonio Amar y Borbón desde su palacio, observaba con alarma la situación que se escapaba de sus manos; la guardia que era porcierto muy escasa, estaba al mando de Baraya, quien rápidamente puso las tropas al servicio de la revolución, a tal punto que los cañones se enfilaron hacia el palacio del virrey.
El virrey muy asustado, aceptó reunir un cabildo extraordinario presidido por él, los oidores y los miembros del Cabildo de Santa Fe; al final de la tarde se impuso dicha reunión, se procedió a la elección de los vocales, de los voceros, que se fue haciendo por admiración; desde el balcón de la casa se iban proponiendo nombres de todos los próceres, y el pueblo los iba aclamando: Camilo Torres, Luis Caicedo y Flórez, Joaquín Gutiérrez, José Miguel Pey, Frutus Joaquín Gutiérrez, Sinforoso Mutis, Miguel Pombo, Luis Fernando Azuola Pedro Groot, Andrés Rosillo, Antonio y Francisco Morales, Antonio Baraya. Hacía las seis de la tarde, José Acevedo y Gómez lanza una arenga que le mereció el título de Tribuno del pueblo, invitando a la gente a que se mantuviera en pie, defendiendo lo que se estaba buscando.
La arenga, termina con unas palabras conocidas:
“Si perdéis estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis escapar esta ocasión única y feliz, antes de 12 horas, seréis tratados como los insurgentes, ved los calabozos, los grillos y las cadenas que os esperan.”
Reunido el Cabildo, se procedió a elegir una Junta Suprema de Gobierno; la cual se encargaría del gobierno y se desconocía la autoridad del virrey.
Al día siguiente, el virrey fue puesto preso junto con la virreina, el pueblo se llevó al virrey a la gendarmería y a la virreina la llevaron en medio de insultos a la cárcel deldivorcio, que era la cárcel de mujeres; eso no fue bien visto por los miembros de la Junta Suprema de Gobierno, consideraron que era una medida drástica, y por orden de Camilo Torres y de otros miembros de la Junta, fueron liberados y vueltos a palacio, pero ya estaban destituidos. El 15 de agosto son deportados primero a Cartagena y más tarde a España. Acabando así con el virreinato.
Una vez instalada la Junta Suprema, durante las horas finales de la tarde, la noche del 20 de julio y el amanecer del 21 de julio, se redactó el acta que se conoce con el nombre de Acta de Independencia .
En dicha acta, se hace mención entre otras cosas:
Se depositaba en la Junta Suprema el gobierno del reino, interinamente; mientras la misma Junta formaría la Constitución, que lograría afianzar la felicidad pública, contando con las nobles provincias a las que se les pedirán sus diputados, este cuerpo formará el reglamento para elegirlas; y tanto este reglamento, como la Constitución de Gobierno, deberá formarse sobre las bases de la libertad, e independencia, ligadas únicamente por un sistema federativo, cuya representación deberá residir en esta capital para que vele por la seguridad de la Nueva Granada.
Se le empieza a quitar la autoridad al virrey, y se le da a la Junta Suprema, que esta compuesta por criollos, mientras se establece una constitución. Se habla por primera vez de una constitución.
Se alcanza la felicidad pública.
Se involucra a todo el pueblo, con diputados representándolos.
Se considera por primera vez las elecciones.
Se dan las bases de la libertad y de federalismo.
En el acta se dice: “Que protesta no abdicar los derechos imprescriptibles de la soberanía del pueblo en otra persona que la de su augusto y desgraciado monarca don Fernando VII.” Pedían que el rey viniera a gobernar entre ellos, algo que de antemano se sabía no podía ser, puesto que estaba preso, y porque ni siquiera reinaba en España. Quedaba entonces, el gobierno sujeto a la Suprema Junta de Regencia existente en la península y sobre la Constitución que de al pueblo .
El nexo con la Junta de Regencia fue discutido, ahí se podía decir que no había un ánimo de independencia; se dieron cuenta que de un momento a otro, no podían romper los vínculos del pueblo con el monarca, considerado una víctima ante los ojos de la gente, por lo que había hecho el déspota Napoleón. El pobre Fernando VII vivía como un holgazán en su castillo, su padre y su madre en otro; Carlos IV padre designaba a su hijo Fernando VII, quien a su vez designaba a Napoleón, éste a un virrey, y por ello no se daba el gobierno; esta situación no era entendida por el pueblo.
El reconocimiento de la Junta de Regencia origina en el seno mismo de la Junta Suprema una división, denominada regentista y anteregentista; una corriente liberal que era partidaria de desconocer la Regencia, y el otro sector conservador de la Junta, que era partidario de mantener el título de la Regencia.
El acta del 20 de julio es realmente un Acta de Independencia, se reconoce a Fernando VII pero de manera teórica, porque en la práctica se da un gobierno, la voluntad de convocar un congreso, de hacer una constitución, de sentar una patria, y de una vez adoptar una forma federal.
Los acontecimientos continuaron en una forma precipitada, se sigue la propia dinámica de una revolución; don José María Carbonell y otros próceres muy exaltados, se mantenían durante esos días recorriendo las calles agitando las masas, para mantener viva esa llama. El 29 de julio la Junta Suprema convoca “El Congreso General del Reino”, que tendría la misión de darle al territorio emancipado su primera Constitución.
El Congreso General del Reino se reunió el 22 de diciembre, prestó el juramento de “sostener los derechos del rey Fernando VII contra el usurpador de su corona Napoleón Bonaparte y su hermano José; defender la independencia y soberanía de este reino contra toda opresión exterior” . No se daba una ruptura total con el soberano español.
Acta de Independencia de Colombia
A continuación encontrarás una copia idéntica del contenido del Acta de independencia deColombia redactada el 20 de julio de 1810.
Acta del Cabildo Extraordinario de Santa Fe - 20 de julio de 1810En la ciudad de Santafé, a veinte de julio de mil ochocientos diez, y hora de las seis de la tarde, se juntaron los S. S. del M. I. C. en calidad de extraordinario, en virtud de haberse juntado el pueblo en la plaza pública y proclamado por su Diputado el señor Regidor don José Acevedo y Gómez para que le propusiese los vocales en quienes el mismo pueblo iba a depositar el Supremo Gobierno del Reino; y habiendo hecho presente dicho señor Regidor que era necesario contar con la autoridad del actual Jefe, el Excelentísimo señor don Antonio Amar, se mandó una diputación compuesta del señor Contador de la Real Casa de Moneda, don Manuel de Pombo, el doctor don Miguel de Pombo y don Luis Rubio, vecinos, a dicho señor Excelentísimo, haciéndole presentes las solicitudes justas y arregladas de este pueblo, y pidiéndole, para su seguridad y por las ocurrencias del día de hoy, pusiese a disposición de este Cuerpo las armas, mandando por lo pronto una Compañía para resguardo de las casas capitulares, comandada por el capitán don Antonio Baraya. Impuesto su Excelencia de las solicitudes del pueblo, se prestó con la mayor franqueza a ellas.
Enseguida se manifestó al mismo pueblo la lista de los sujetos que había proclamado anteriormente, para que unidos a los miembros legítimos de este cuerpo (con exclusión de los intrusos don Bernardo Gutiérrez, don Ramón Infiesta, don Vicente Rojo, don José Joaquín Álvarez, don Lorenzo Marroquín, don José Carpintero y don Joaquín Urdaneta) (Salva la memoria del ilustre patricio doctor don Carlos de Burgos), se deposite en toda la Junta el Gobierno Supremo de este Reino interinamente, mientras la misma Junta forma la Constitución que afiance la felicidad pública, contando con las nobles Provincias, a las que en el instante se les pedirán sus Diputados, firmando este Cuerpo el reglamento para las elecciones en dichas Provincias, y tanto éste como la Constitución de Gobierno deberán formarse sobre las bases de libertad e independencia respectiva de ellas, ligadas únicamente por un sistema federativo, cuya representación deberá residir en esta capital, para que vele por la seguridad de la Nueva Granada, que protesta no abdicar los derechos imprescindibles de la soberanía del pueblo a otra persona que a la de su augusto y desgraciado Monarca don Fernando VII, siempre que venga a reinar entre nosotros, quedando por ahora sujeto este nuevo Gobierno a la Superior Junta de Regencia, ínterin exista en la Península, y sobre la Constitución que le dé el pueblo, y en los términos dichos, y después de haberle exhortado el señor Regidor su Diputado a que guardase la inviolabilidad de las personas de los europeos en el momento de esta fatal crisis, porque de la recíproca unión de los americanos y los europeos debe resultar la felicidad pública, protestando que el nuevo Gobierno castigará a los delincuentes conforme a las leyes, concluyó recomendando muy particularmente al pueblo la persona del Excelentísimo Señor Antonio Amar; respondió el pueblo con las señales de la mayor complacencia, aprobando cuanto expuso su diputado.
Y enseguida se leyó la lista de las personas elegidas y proclamadas, en quienes con el Ilustre Cabildo ha depositado el Gobierno Supremo del Reino, y fueron los señores: doctor Juan Bautista Pey, Arcediano de esta Santa Iglesia Catedral; don José Sanz de Santamaría, Tesorero de esta Real Casa de Moneda; don Manuel de Pombo, Contador de la misma; doctor don Camilo de Torres; don Luis Caycedo y Flórez; doctor don Miguel Pombo; don Francisco Morales; doctor don Pedro Groot; doctor don Frutos Gutiérrez; doctor don José Miguel Pey, Alcalde Ordinario de primer voto; don Juan Gómez, de segundo; doctor don Luis Eduardo de Azuola; doctor don Manuel Álvarez; doctor donIgnacio Herrera; don Joaquín Camacho: doctor don Emigdio Benítez; el Capitán don Antonio Baraya; Teniente Coronel José María Moledo; el Reverendo Padre Fray Diego Padilla; don Sinforoso Mutis; doctor don Juan Francisco Serrano Gómez; don José Martín París, Administrador Principal de Tabacos; doctor don Antonio Morales; doctor don Nicolás Mauricio de Omaña.
En este estado proclamó el pueblo con vivas y aclamaciones a favor de todos los nombrados; y notando la moderación de su Diputado el expresado señor Regidor don José Acevedo, dijo que debía ser el primero de los vocales, y en seguida nombró también de tal vocal al señor Magistral doctor don Andrés Rosillo, aclamando su libertad como lo ha hecho en toda la tarde, y protestando ir en este momento a sacarle de la prisión en que se halla; el señor Regidor hizo presente a la multitud de los riesgos a que se exponía la seguridad personal de los individuos del pueblo si se le precipitaba a una violencia ofreciéndole que la primera disposición que tomará la Junta será la libertad de dicho señor Magistral y su incorporación en ella.
En este estado, habiendo concurrido los vocales electos con todos los vecinos notables de la ciudad, prelados, eclesiásticos, seculares y regulares, con asistencia del señor don Juan Jurado, Oidor de esta Real Audiencia, a nombre y representando la persona del Excelentísimo señor don Antonio Amar, y habiéndole pedido al Congreso pusiese el parque de artillería a su disposición por las desconfianzas que tiene el pueblo, y excusándose por falta de facultades, se mandó una diputación a Su Excelencia, compuesta de los señores doctor don José Miguel Pey, don José Moledo y doctor don Camilo Torres, pidiéndole mandase poner dicho parque a las órdenes de don José Ayala.Impuesto Su Excelencia del mensaje, contestó que lejos de dar providencia ninguna contraria a la seguridad del pueblo, había prevenido que la tropa no hiciese el menor movimiento, y que bajo de esta confianza viese el ilustre Congreso qué nuevas medidas quería tomar en esta parte.
Se le respondió que los individuos del mismo Congreso descansaban con la mayor confianza en la verdad de Su Excelencia; pero que el pueblo no se aquietaba, sin embargo de habérsele repetido varias veces desde los balcones por su Diputado que no tenía qué temer en esta parte, y que era preciso, para lograr su tranquilidad que fuese a encargarse y cuidar de la artillería una persona de su satisfacción, que tal lo era el referido don José de Ayala. En cuya virtud previno dicho señor Excelentísimo Virrey que fuese el Mayor de la plaza don Rafael de Córdoba con el citado Ayala a dar esta orden al Comandante de la Artillería, y así se ejecutó. En este estado, impuesto el Congreso del vacío de facultades que expuso el señor Oidor don Juan Jurado, mandó otra diputación, suplicando a Su Excelencia se sirviese concurrir personalmente, a que se excusó por hallarse enfermo; y habiéndolas delegado todas verbalmente a dicho señor Oidor según expusieron los diputados, se repitió el mensaje para que las mande por escrito con su secretario don José de Leiva, a fin de que se puedan dar las disposiciones convenientes sobre la fuerza militar, y de que autoricen este acto.
Entretanto, se recibió juramento a los señores Vocales presentes, que hicieron en esta forma, a presencia del M. I. Cabildo y en manos del señor Regidor primer Diputado del pueblo don José Acevedo y Gómez, puesta la una mano sobre los Santos Evangelios y la otra formando la señal de la cruz, a presencia de Jesucristo Crucificado, dijeron: «Juramos por el Dios que existe en el Cielo, cuya imagen está presente y cuyas sagradas y adorables máximas contiene este libro, cumplir religiosamente la Constitución y voluntad del pueblo expresada en esta acta, acerca de la forma del Gobierno provisional que ha instalado; derramar hasta la última gota de nuestra sangre por defender nuestra sagrada religión C. A. R. nuestro amado Monarca Don Fernando VII y la libertad de la Patria; conservar la libertad e independencia de este Reino en los términos acordados; trabajar con infatigable celo para formar la Constitución bajo los puntos acordados, y en una palabra, cuanto conduzca a la felicidad de la Patria».
En este estado me previno dicho señor Regidor Diputado, a mí, el Secretario, certificase el motivo que ha tenido pára extender esta Acta hasta donde se halla. En su cumplimiento digo: que habiendo venido dicho señor Diputado a la oración llamando a Cabildo extraordinario, el pueblo lo aclamó luego que lo vio en las galerías del Cabildo, y después de haberle excitado dicho señor a la tranquilidad, el pueblo le gritó que se encargase de extender el Acta, por donde constase que reasumía sus derechos, confiando en su ilustración y patriotismo, lo hiciese del modo más conforme a la tranquilidad y felicidad pública, cuya comisión aceptó dicho señor.
Lo que así certifico bajo juramento, y que esto mismo proclamó todo el pueblo.
Eugenio Martín Melendro.
En este estado, habiendo recibido por escrito la comisión que pedía el señor Jurado a Su Excelencia, y esto estando presentes la mayor parte de los señores Vocales elegidos por el Pueblo, con asistencia de su particular Diputado y Vocal el Regidor don José Acevedo, se procedió a oír el dictamen del Síndico Personero, doctor don Ignacio Herrera, quien, impuesto de lo que hasta aquí tiene sancionado el pueblo y consta del acta anterior, dirigida por especial comisión y encargo del mismo pueblo, conferida a su Diputado el señor Regidor don José Acevedo, dijo que el Congreso presente, compuesto del M. I. C., cuerpos, autoridades y vecinos, y también de los Vocales del nuevo Gobierno, nada tenía que deliberar, pues el pueblo soberano tenía manifestada su voluntad por el acto más solemne y augusto con que los pueblos libres usan de sus derechos, para depositarlos en aquellas personas que merezcan su confianza; que en esta virtud los vocales procediesen a prestar el juramento, y en seguida la Junta dicte las más activas Providencias de seguridad pública.
Enseguida se oyó el voto de todos los individuos del Congreso, que convinieron unánimemente y sobre que hicieron largas y eruditas arengas, demostrando en ellas los incontestables derechos de los pueblos, y particularmente los de este Nuevo Reino, que no es posible puntualizar en medio del inmenso pueblo que nos rodea.
El público se ha opuesto en los términos más claros, terminantes y decisivos a que ninguna persona salga del Congreso antes de que quede instalada la Junta prestando sus Vocales el juramento en manos del señor Arcediano Gobernador del Arzobispado, en las de los dos señores Curas de la Catedral, bajo la fórmula que queda establecido y con la asistencia del señor Diputado don José Acevedo; que enseguida presten el juramento de reconocimiento de estilo a este nuevo Gobierno los Cuerpos civiles, militares y políticos que existen en esta capital, con los Prelados seculares y regulares. Gobernadores del Arzobispado, Curas de la Catedral y Parroquias de la capital, con los Rectores de los Colegios.
Impuesto de todo lo ocurrido hasta aquí el señor don Juan Jurado, comisionado por Su Excelencia para presidir este acto, expuso no creía poder autorizarle en virtud de la orden escrita que se agrega, sin dar parte antes a Su Excelencia de lo acordado por el pueblo y el Congreso, como considera dicho señor que lo previene Su Excelencia. Con este motivo se levantaron sucesivamente varios de los Vocales nombrados por el pueblo, y con sólidos y elocuentes discursos demostraron ser un delito de lesa majestad y alta traición el sujetar o pretender sujetar la soberana voluntad del pueblo, tan expresamente declarada en este día, a la aprobación o improbación de un Jefe cuya autoridad ha cesado desde el momento en que este pueblo ha reasumido en este día sus derechos y los ha depositado en personas conocidas y determinadas. Pero, reiterando dicho señor su solicitud con el mayor encarecimiento, aunque fuera resignando su toga, para que el señor Virrey quedase persuadido del deseo que tenía dicho señor de cumplir su encargo en los términos que cree habérsele conferido; a esta proposición tomó la voz el pueblo ofreciendo a dicho señor garantías y seguridades por su persona y por su empleo; pero que de ningún modo permitía saliese persona alguna de la sala sin que quedase instalada la Junta, pues a la que lo intentase se trataría como a reo de alta traición, según lo había protestado el señor Diputado en su exposición, y que le diese a dicho señor certificación de este acto para los usos que le convengan.
Y en este estado dijo dicho señor que su voluntad en ningún modo se entendiera ser contraria a los derechos del pueblo que reconoce y se ha hecho siempre honor por su educación y principios de reconocer; que se conforma y jurará el nuevo Gobierno, con la protesta de que reconozca el Supremo Consejo de Regencia. Y, procediendo al acto del juramento, recordaron los Vocales doctor don Camilo Torres y el señor Regidor don José Acevedo que en su voto habían propuesto se nombrase Presidente de esta Junta Suprema del Reino al Excelentísimo señor Teniente General don Antonio Amar y Borbón; y habiéndose vuelto a discutir el negocio, se hicieron ver al pueblo con la mayor energía por el doctor Frutos Joaquín Gutiérrez, las virtudes y nobles cualidades que adornan a este distinguido y condecorado militar, y más particularmente manifestadas en este día y noche, en que por su consumada prudencia se ha terminado una revolución que amenazaba las mayores catástrofes, atendida la inmensa multitud del pueblo que ha concurrido ha ella, que pasa de 9.000 personas que se hallan armadas, y comenzaron por pedir la prisión y cabezas de varios ciudadanos cuyos ánimos se hallaban en la mayor división y recíprocas desconfianzas desde que supo el pueblo el asesinato que se cometió a sangre fría en la Villa del Socorro por su Corregidor don José Valdés usando de la fuerza militar, y particularmente desde ayer tarde, en que se aseguró públicamente que en estos días iban a poner en ejecución varios facciosos la fatal lista de 19 ciudadanos condenados al cuchillo porque en sus respectivos empleos han sostenido los derechos de la patria; en cuya consideración, tanto los Vocales como Cuerpos y vecinos que se hallan presentes, como el pueblo que nos rodea, proclamaron a dicho señor Excelentísimo don Antonio Amar por Presidente de este nuevo Gobierno con lo cual y nombrando de Vicepresidente de la Junta Suprema de Gobierno del Reino al señor Alcalde Ordinario de Primer Voto doctor don José Miguel Pey de Andrade, se procedió al acto del juramento de los señores Vocales en los términos acordados. Y enseguida prestaron el de obediencia y reconocimiento de este nuevo Gobierno el señor Oidor que ha presidido la Asamblea; el señor don Rafael de Córdoba, mayor de la Plaza; el señor Teniente Coronel don José de Leiva, Secretario de Su Excelencia; el señor Arcediano, como Gobernador del Arzobispado y como Presidente del Cabildo Eclesiástico; el Reverendo Padre Provincial de San Agustín; el Prelado del Colegio de San Nicolás; los Curas de Catedral y parroquiales; Rectores de la Universidad y Colegios; el señor don José María Moledo, como Jefe militar; el M. I. Cabildo secular; que son las autoridades que se hallan actualmente presentes, omitiéndose llamar por ahora a las que faltan, por ser las tres y media de la mañana. En este estado se acordó mandar una diputación al Excelentísimo señor don Antonio Amar, para que participe a Su Excelencia el empleo que le ha conferido el pueblo de Presidente de esta Junta, para que se sirva pasar el día de hoy a las nueve a tomar posesión de él, para cuya hora el presente Secretario citará los demás Cuerpos y autoridades que deben jurar la obediencia y reconocimiento de este nuevo Gobierno.
Juan Jurado
Doctor Josef Miguel Pey
Juan Gómez
Juan Bautista Pey
José María Domínguez del Castillo
Josef Ortega
Fernando de Benjumea
José Acevedo y Gómez
Francisco Fernández Heredia Suescún
Doctor Ignacio de Herrera
Nepomuceno Rodríguez Lago
Joaquín Camacho
José de Leiva
Rafael Córdoba
José María Moledo
Antonio Baraya
Manuel Bernardo álvarez
Pedro Groot
Manuel de Pombo
José Sanz de Santamaría
Fr. Antonio González
Guardián de San Francisco
Nicolás Mauricio de Omaña
Pablo Plata
Emigdio Benítez
Frutos Joaquín Torres Gutiérrez de Caviedes
Camilo Torres
Doctor Leandro Torres y Peña
Francisco Javier Serrano Gómez de la Parra
Celi de Alvear
Fr. Mariano Gurnica
Fr. José Chaves
Nicolás Cuervo, Antonio Ignacio Gallardo
Rector del Rosario
Dr. José Ignacio Pescador
Antonio Morales
José Ignacio álvarez
Sinforoso Mutis
Manuel Pardo
Eugenio Martín MelendroLas firmas que faltan en esta Acta, y están en el cuaderno de la Suprema Junta, son las siguientes: Luis Sarmiento, José María Carbonell, doctor Vicente de la Rocha, José Antonio Amaya, Miguel Rosillo y Meruelo, José Martín París, Gregorio José Martínez Portillo, Juan María Pardo, José María León, doctor Miguel de Pombo, Luis Eduardo de Azuola, doctor Juan Nepomuceno Azuero Plata, doctor Julián Joaquín de la Rocha, Juan Manuel Ramírez, Juan José Mutienx. Ante mí, Eugenio Martín Melendro.
Acta del Cabildo Extraordinario de Santa Fe - 20 de julio de 1810En la ciudad de Santafé, a veinte de julio de mil ochocientos diez, y hora de las seis de la tarde, se juntaron los S. S. del M. I. C. en calidad de extraordinario, en virtud de haberse juntado el pueblo en la plaza pública y proclamado por su Diputado el señor Regidor don José Acevedo y Gómez para que le propusiese los vocales en quienes el mismo pueblo iba a depositar el Supremo Gobierno del Reino; y habiendo hecho presente dicho señor Regidor que era necesario contar con la autoridad del actual Jefe, el Excelentísimo señor don Antonio Amar, se mandó una diputación compuesta del señor Contador de la Real Casa de Moneda, don Manuel de Pombo, el doctor don Miguel de Pombo y don Luis Rubio, vecinos, a dicho señor Excelentísimo, haciéndole presentes las solicitudes justas y arregladas de este pueblo, y pidiéndole, para su seguridad y por las ocurrencias del día de hoy, pusiese a disposición de este Cuerpo las armas, mandando por lo pronto una Compañía para resguardo de las casas capitulares, comandada por el capitán don Antonio Baraya. Impuesto su Excelencia de las solicitudes del pueblo, se prestó con la mayor franqueza a ellas.
Enseguida se manifestó al mismo pueblo la lista de los sujetos que había proclamado anteriormente, para que unidos a los miembros legítimos de este cuerpo (con exclusión de los intrusos don Bernardo Gutiérrez, don Ramón Infiesta, don Vicente Rojo, don José Joaquín Álvarez, don Lorenzo Marroquín, don José Carpintero y don Joaquín Urdaneta) (Salva la memoria del ilustre patricio doctor don Carlos de Burgos), se deposite en toda la Junta el Gobierno Supremo de este Reino interinamente, mientras la misma Junta forma la Constitución que afiance la felicidad pública, contando con las nobles Provincias, a las que en el instante se les pedirán sus Diputados, firmando este Cuerpo el reglamento para las elecciones en dichas Provincias, y tanto éste como la Constitución de Gobierno deberán formarse sobre las bases de libertad e independencia respectiva de ellas, ligadas únicamente por un sistema federativo, cuya representación deberá residir en esta capital, para que vele por la seguridad de la Nueva Granada, que protesta no abdicar los derechos imprescindibles de la soberanía del pueblo a otra persona que a la de su augusto y desgraciado Monarca don Fernando VII, siempre que venga a reinar entre nosotros, quedando por ahora sujeto este nuevo Gobierno a la Superior Junta de Regencia, ínterin exista en la Península, y sobre la Constitución que le dé el pueblo, y en los términos dichos, y después de haberle exhortado el señor Regidor su Diputado a que guardase la inviolabilidad de las personas de los europeos en el momento de esta fatal crisis, porque de la recíproca unión de los americanos y los europeos debe resultar la felicidad pública, protestando que el nuevo Gobierno castigará a los delincuentes conforme a las leyes, concluyó recomendando muy particularmente al pueblo la persona del Excelentísimo Señor Antonio Amar; respondió el pueblo con las señales de la mayor complacencia, aprobando cuanto expuso su diputado.
Y enseguida se leyó la lista de las personas elegidas y proclamadas, en quienes con el Ilustre Cabildo ha depositado el Gobierno Supremo del Reino, y fueron los señores: doctor Juan Bautista Pey, Arcediano de esta Santa Iglesia Catedral; don José Sanz de Santamaría, Tesorero de esta Real Casa de Moneda; don Manuel de Pombo, Contador de la misma; doctor don Camilo de Torres; don Luis Caycedo y Flórez; doctor don Miguel Pombo; don Francisco Morales; doctor don Pedro Groot; doctor don Frutos Gutiérrez; doctor don José Miguel Pey, Alcalde Ordinario de primer voto; don Juan Gómez, de segundo; doctor don Luis Eduardo de Azuola; doctor don Manuel Álvarez; doctor donIgnacio Herrera; don Joaquín Camacho: doctor don Emigdio Benítez; el Capitán don Antonio Baraya; Teniente Coronel José María Moledo; el Reverendo Padre Fray Diego Padilla; don Sinforoso Mutis; doctor don Juan Francisco Serrano Gómez; don José Martín París, Administrador Principal de Tabacos; doctor don Antonio Morales; doctor don Nicolás Mauricio de Omaña.
En este estado proclamó el pueblo con vivas y aclamaciones a favor de todos los nombrados; y notando la moderación de su Diputado el expresado señor Regidor don José Acevedo, dijo que debía ser el primero de los vocales, y en seguida nombró también de tal vocal al señor Magistral doctor don Andrés Rosillo, aclamando su libertad como lo ha hecho en toda la tarde, y protestando ir en este momento a sacarle de la prisión en que se halla; el señor Regidor hizo presente a la multitud de los riesgos a que se exponía la seguridad personal de los individuos del pueblo si se le precipitaba a una violencia ofreciéndole que la primera disposición que tomará la Junta será la libertad de dicho señor Magistral y su incorporación en ella.
En este estado, habiendo concurrido los vocales electos con todos los vecinos notables de la ciudad, prelados, eclesiásticos, seculares y regulares, con asistencia del señor don Juan Jurado, Oidor de esta Real Audiencia, a nombre y representando la persona del Excelentísimo señor don Antonio Amar, y habiéndole pedido al Congreso pusiese el parque de artillería a su disposición por las desconfianzas que tiene el pueblo, y excusándose por falta de facultades, se mandó una diputación a Su Excelencia, compuesta de los señores doctor don José Miguel Pey, don José Moledo y doctor don Camilo Torres, pidiéndole mandase poner dicho parque a las órdenes de don José Ayala.Impuesto Su Excelencia del mensaje, contestó que lejos de dar providencia ninguna contraria a la seguridad del pueblo, había prevenido que la tropa no hiciese el menor movimiento, y que bajo de esta confianza viese el ilustre Congreso qué nuevas medidas quería tomar en esta parte.
Se le respondió que los individuos del mismo Congreso descansaban con la mayor confianza en la verdad de Su Excelencia; pero que el pueblo no se aquietaba, sin embargo de habérsele repetido varias veces desde los balcones por su Diputado que no tenía qué temer en esta parte, y que era preciso, para lograr su tranquilidad que fuese a encargarse y cuidar de la artillería una persona de su satisfacción, que tal lo era el referido don José de Ayala. En cuya virtud previno dicho señor Excelentísimo Virrey que fuese el Mayor de la plaza don Rafael de Córdoba con el citado Ayala a dar esta orden al Comandante de la Artillería, y así se ejecutó. En este estado, impuesto el Congreso del vacío de facultades que expuso el señor Oidor don Juan Jurado, mandó otra diputación, suplicando a Su Excelencia se sirviese concurrir personalmente, a que se excusó por hallarse enfermo; y habiéndolas delegado todas verbalmente a dicho señor Oidor según expusieron los diputados, se repitió el mensaje para que las mande por escrito con su secretario don José de Leiva, a fin de que se puedan dar las disposiciones convenientes sobre la fuerza militar, y de que autoricen este acto.
Entretanto, se recibió juramento a los señores Vocales presentes, que hicieron en esta forma, a presencia del M. I. Cabildo y en manos del señor Regidor primer Diputado del pueblo don José Acevedo y Gómez, puesta la una mano sobre los Santos Evangelios y la otra formando la señal de la cruz, a presencia de Jesucristo Crucificado, dijeron: «Juramos por el Dios que existe en el Cielo, cuya imagen está presente y cuyas sagradas y adorables máximas contiene este libro, cumplir religiosamente la Constitución y voluntad del pueblo expresada en esta acta, acerca de la forma del Gobierno provisional que ha instalado; derramar hasta la última gota de nuestra sangre por defender nuestra sagrada religión C. A. R. nuestro amado Monarca Don Fernando VII y la libertad de la Patria; conservar la libertad e independencia de este Reino en los términos acordados; trabajar con infatigable celo para formar la Constitución bajo los puntos acordados, y en una palabra, cuanto conduzca a la felicidad de la Patria».
En este estado me previno dicho señor Regidor Diputado, a mí, el Secretario, certificase el motivo que ha tenido pára extender esta Acta hasta donde se halla. En su cumplimiento digo: que habiendo venido dicho señor Diputado a la oración llamando a Cabildo extraordinario, el pueblo lo aclamó luego que lo vio en las galerías del Cabildo, y después de haberle excitado dicho señor a la tranquilidad, el pueblo le gritó que se encargase de extender el Acta, por donde constase que reasumía sus derechos, confiando en su ilustración y patriotismo, lo hiciese del modo más conforme a la tranquilidad y felicidad pública, cuya comisión aceptó dicho señor.
Lo que así certifico bajo juramento, y que esto mismo proclamó todo el pueblo.
Eugenio Martín Melendro.
En este estado, habiendo recibido por escrito la comisión que pedía el señor Jurado a Su Excelencia, y esto estando presentes la mayor parte de los señores Vocales elegidos por el Pueblo, con asistencia de su particular Diputado y Vocal el Regidor don José Acevedo, se procedió a oír el dictamen del Síndico Personero, doctor don Ignacio Herrera, quien, impuesto de lo que hasta aquí tiene sancionado el pueblo y consta del acta anterior, dirigida por especial comisión y encargo del mismo pueblo, conferida a su Diputado el señor Regidor don José Acevedo, dijo que el Congreso presente, compuesto del M. I. C., cuerpos, autoridades y vecinos, y también de los Vocales del nuevo Gobierno, nada tenía que deliberar, pues el pueblo soberano tenía manifestada su voluntad por el acto más solemne y augusto con que los pueblos libres usan de sus derechos, para depositarlos en aquellas personas que merezcan su confianza; que en esta virtud los vocales procediesen a prestar el juramento, y en seguida la Junta dicte las más activas Providencias de seguridad pública.
Enseguida se oyó el voto de todos los individuos del Congreso, que convinieron unánimemente y sobre que hicieron largas y eruditas arengas, demostrando en ellas los incontestables derechos de los pueblos, y particularmente los de este Nuevo Reino, que no es posible puntualizar en medio del inmenso pueblo que nos rodea.
El público se ha opuesto en los términos más claros, terminantes y decisivos a que ninguna persona salga del Congreso antes de que quede instalada la Junta prestando sus Vocales el juramento en manos del señor Arcediano Gobernador del Arzobispado, en las de los dos señores Curas de la Catedral, bajo la fórmula que queda establecido y con la asistencia del señor Diputado don José Acevedo; que enseguida presten el juramento de reconocimiento de estilo a este nuevo Gobierno los Cuerpos civiles, militares y políticos que existen en esta capital, con los Prelados seculares y regulares. Gobernadores del Arzobispado, Curas de la Catedral y Parroquias de la capital, con los Rectores de los Colegios.
Impuesto de todo lo ocurrido hasta aquí el señor don Juan Jurado, comisionado por Su Excelencia para presidir este acto, expuso no creía poder autorizarle en virtud de la orden escrita que se agrega, sin dar parte antes a Su Excelencia de lo acordado por el pueblo y el Congreso, como considera dicho señor que lo previene Su Excelencia. Con este motivo se levantaron sucesivamente varios de los Vocales nombrados por el pueblo, y con sólidos y elocuentes discursos demostraron ser un delito de lesa majestad y alta traición el sujetar o pretender sujetar la soberana voluntad del pueblo, tan expresamente declarada en este día, a la aprobación o improbación de un Jefe cuya autoridad ha cesado desde el momento en que este pueblo ha reasumido en este día sus derechos y los ha depositado en personas conocidas y determinadas. Pero, reiterando dicho señor su solicitud con el mayor encarecimiento, aunque fuera resignando su toga, para que el señor Virrey quedase persuadido del deseo que tenía dicho señor de cumplir su encargo en los términos que cree habérsele conferido; a esta proposición tomó la voz el pueblo ofreciendo a dicho señor garantías y seguridades por su persona y por su empleo; pero que de ningún modo permitía saliese persona alguna de la sala sin que quedase instalada la Junta, pues a la que lo intentase se trataría como a reo de alta traición, según lo había protestado el señor Diputado en su exposición, y que le diese a dicho señor certificación de este acto para los usos que le convengan.
Y en este estado dijo dicho señor que su voluntad en ningún modo se entendiera ser contraria a los derechos del pueblo que reconoce y se ha hecho siempre honor por su educación y principios de reconocer; que se conforma y jurará el nuevo Gobierno, con la protesta de que reconozca el Supremo Consejo de Regencia. Y, procediendo al acto del juramento, recordaron los Vocales doctor don Camilo Torres y el señor Regidor don José Acevedo que en su voto habían propuesto se nombrase Presidente de esta Junta Suprema del Reino al Excelentísimo señor Teniente General don Antonio Amar y Borbón; y habiéndose vuelto a discutir el negocio, se hicieron ver al pueblo con la mayor energía por el doctor Frutos Joaquín Gutiérrez, las virtudes y nobles cualidades que adornan a este distinguido y condecorado militar, y más particularmente manifestadas en este día y noche, en que por su consumada prudencia se ha terminado una revolución que amenazaba las mayores catástrofes, atendida la inmensa multitud del pueblo que ha concurrido ha ella, que pasa de 9.000 personas que se hallan armadas, y comenzaron por pedir la prisión y cabezas de varios ciudadanos cuyos ánimos se hallaban en la mayor división y recíprocas desconfianzas desde que supo el pueblo el asesinato que se cometió a sangre fría en la Villa del Socorro por su Corregidor don José Valdés usando de la fuerza militar, y particularmente desde ayer tarde, en que se aseguró públicamente que en estos días iban a poner en ejecución varios facciosos la fatal lista de 19 ciudadanos condenados al cuchillo porque en sus respectivos empleos han sostenido los derechos de la patria; en cuya consideración, tanto los Vocales como Cuerpos y vecinos que se hallan presentes, como el pueblo que nos rodea, proclamaron a dicho señor Excelentísimo don Antonio Amar por Presidente de este nuevo Gobierno con lo cual y nombrando de Vicepresidente de la Junta Suprema de Gobierno del Reino al señor Alcalde Ordinario de Primer Voto doctor don José Miguel Pey de Andrade, se procedió al acto del juramento de los señores Vocales en los términos acordados. Y enseguida prestaron el de obediencia y reconocimiento de este nuevo Gobierno el señor Oidor que ha presidido la Asamblea; el señor don Rafael de Córdoba, mayor de la Plaza; el señor Teniente Coronel don José de Leiva, Secretario de Su Excelencia; el señor Arcediano, como Gobernador del Arzobispado y como Presidente del Cabildo Eclesiástico; el Reverendo Padre Provincial de San Agustín; el Prelado del Colegio de San Nicolás; los Curas de Catedral y parroquiales; Rectores de la Universidad y Colegios; el señor don José María Moledo, como Jefe militar; el M. I. Cabildo secular; que son las autoridades que se hallan actualmente presentes, omitiéndose llamar por ahora a las que faltan, por ser las tres y media de la mañana. En este estado se acordó mandar una diputación al Excelentísimo señor don Antonio Amar, para que participe a Su Excelencia el empleo que le ha conferido el pueblo de Presidente de esta Junta, para que se sirva pasar el día de hoy a las nueve a tomar posesión de él, para cuya hora el presente Secretario citará los demás Cuerpos y autoridades que deben jurar la obediencia y reconocimiento de este nuevo Gobierno.
Juan Jurado
Doctor Josef Miguel Pey
Juan Gómez
Juan Bautista Pey
José María Domínguez del Castillo
Josef Ortega
Fernando de Benjumea
José Acevedo y Gómez
Francisco Fernández Heredia Suescún
Doctor Ignacio de Herrera
Nepomuceno Rodríguez Lago
Joaquín Camacho
José de Leiva
Rafael Córdoba
José María Moledo
Antonio Baraya
Manuel Bernardo álvarez
Pedro Groot
Manuel de Pombo
José Sanz de Santamaría
Fr. Antonio González
Guardián de San Francisco
Nicolás Mauricio de Omaña
Pablo Plata
Emigdio Benítez
Frutos Joaquín Torres Gutiérrez de Caviedes
Camilo Torres
Doctor Leandro Torres y Peña
Francisco Javier Serrano Gómez de la Parra
Celi de Alvear
Fr. Mariano Gurnica
Fr. José Chaves
Nicolás Cuervo, Antonio Ignacio Gallardo
Rector del Rosario
Dr. José Ignacio Pescador
Antonio Morales
José Ignacio álvarez
Sinforoso Mutis
Manuel Pardo
Eugenio Martín MelendroLas firmas que faltan en esta Acta, y están en el cuaderno de la Suprema Junta, son las siguientes: Luis Sarmiento, José María Carbonell, doctor Vicente de la Rocha, José Antonio Amaya, Miguel Rosillo y Meruelo, José Martín París, Gregorio José Martínez Portillo, Juan María Pardo, José María León, doctor Miguel de Pombo, Luis Eduardo de Azuola, doctor Juan Nepomuceno Azuero Plata, doctor Julián Joaquín de la Rocha, Juan Manuel Ramírez, Juan José Mutienx. Ante mí, Eugenio Martín Melendro.
Batalla del Pantano de Vargas - Colombia
En Tame, el libertador Simón Bolívar decide que ruta tomar para emprender la campaña libertadora, desde ahí le escribe a los Jefes patriotas participándoles sus movimientos. En ese entonces, existían dos caminos utilizados por el escaso comercio local: el de la Salinas y el de Labranza Grande. Estos caminos presentaban alto riesgo, ya que podían encontrarse tropas realistas que le impedirían el paso.
Batalla del Pantano de VargasDe Tame partieron los próceres con el ejercito organizado así:
La tropa de Santander continuaba lo mismo bajo la denominación de División de Vanguardia; Todas la tropas de caballería e infantería formarían una sola división comandada por el General Anzoategui, se llamaría División de Retaguardia; por su parte El Cuerpo de Artillería estaría al mando del Coronel Bartolomé Salom.
De Tame a Pore el ejercito fue faldeando la cordillera, luego tomando el camino de Labranza Grande pero al llegar a Paya encontraron un fuerte realista, el cual fue tomado por el general Santander. El temor de encontrar más fuerzas realistas hace que Bolívar resuelva atravesar por el Páramo de Pisba, lo que representaba un alto riesgo debido a las dificultades del terreno y las inclementes condiciones atmosféricas del trayecto, pero solo El Libertador podría atreverse a tanto.
El frío aumentaba día a día al subir las tropas, pasando muchas penalidades, en los abismos se perdieron muchos hombres. Lo único que mantenía la moral era el ejemplo de Bolívar, quien los motivaba para que siguieran adelante, con su gran voluntad era normal verlo ayudando para acomodar una carga o a los soldados cansados. El camino quedo lleno de muertos pero los mas fuertes pudieron pasar. La caballería había llegado sin un solo caballo, las provisiones fueron abandonadas por falta de mulas para transportarlas, la infantería por poco no puede mantener secos los cartuchos en medio de la lluvias, las armas estaban sucias.
El 5 de Julio llego Santander con la vanguardia al pueblo de Socha al otro lado del páramo, mientras que Anzoategui llega al mismo sitio al día siguiente. Los pueblos le prestaron apoyo y ayudaron a ese ejercito a recuperarse.
Por su parte, al enterarse los españoles de la invasión, se dirigen hacia la región invadida del Sogamoso. El General Barreiro presento dos columnas de 800 hombres en Corrales y Gameza, a ambos lados del río Sogamoso. Allí acontecen enfrentamientos donde Justo Briceño derrota a los realistas mientras Barreiro no empeñaba la lucha, para reunir mayores fuerzas.
El comando patriota debido a lo inexpugnable de las posiciones realistas en Tasco deciden concentrar todo el ejercito para invadir a Cerinza y Santa Rosa. Marchan Santander y Anzoategui, mientras Soublette se reconcentra en Tasco. Siguen avanzando y con este hábil movimiento entran en las provincias de El Socorro y Pamplona, dominando el Valle del Sogamoso.
Para el 25 de julio, los patriotas habían logrado aumentar sus efectivos a 2600 hombres, por lo que Bolívar decide llevar a su tropa por el camino del Salitre de Paipa para atacar al enemigo por su espalda o forzarlo a abandonar sus defensas. Pero al este del Pantano de Vargas se presentaron los relistas para cerrarle el paso. El ejercito patriota se sitúa al frente de la posición realista , pero con desventajas de terreno, lo que supieron aprovechar los españoles para atacar.
La táctica salvadora improvisada a última hora por Simón Bolívar consistió en primer lugar encolocar en reserva casi toda su caballería, legión británica y llaneros. Se quedarían encerrados en el patio de una hacienda situada al pie de la cota que había convertido en su puesto de observación. Consistía también en enviar al resto de sus tropas por olas sucesivas, con orden de disputar el terreno milímetro por milímetro, a sabiendas claramente que no estaban en capacidad de resistir frente a la presión de los españoles. El resultado era que con cada repliego de los patriotas se incitaba a Barreiro a comprometer parte de sus reservas para lanzarlas contra ellos. La acción se había iniciado a las once de la mañana.
A las dos horas del combate, la derecha realista desaloja la izquierda patriota de la altura del este que tenía Santander, pero bolívar organiza un contraataque con las tropas vanguardistas dispersas recuperando nuevamente el terreno. El jefe realista, para repelerlos y acabar de una vez por todas, utilizó el resto de sus tropas. Los patriotas retrocedieron en desorden y se creyeron perdidos, con un enemigo encarnizado que les pisaba los talones y cuyo ardor se duplicaba ante la perspectiva de un triunfo inminente. Fue el momento que escogió Bolívar para lanzar la masa de sus tropas frescas. La legión británica en primer lugar, con james Rooke a la cabeza, quien cargó y se echó en el combate. Desconcertados, con su avance detenido, los españoles, sin embargo, seguían luchando encarnizadamente y era incierta la suerte de la batalla.
Bolívar seguía cuidadosamente, con su catalejo, las fases del combate. Detrás de él, percibía la agitación de algunos llaneros, ansiosos ante las noticias y que temblaban de impaciencia; pero todavía no había llegado el momento. Eran las seis de la tarde cuando por fin el Libertador ante la inminencia de la derrota se volteó hacia el jefe llanero.
--Coronel, gritó, ¡Salve usted la patria! a lo que el intrépido coronel contestó “es que Rondón no ha peleado todavía”. Rondón, un negro, hijo de esclavo, electrizado, se desprendió como un resorte largamentecomprimido y descendió, a galope tendido y con lanza en punta, por la colina, en dirección de la batalla. Detrás de él, catorce llaneros arrastrados por el ejemplo y la voz: “¡Que los valientes me sigan!” clavaban las espuelas sobre sus monturas. Catorce fieras que surgieron en el medio de las filas enemigas para perforar con sus lanzas a los infantes espantados que rápidamente fueron sumergidos por el resto de la caballería llanera que siguió de cerca la heroica carga de Rondón.
Con está heroica acción, el ejercito de Bolívar logra arrebatarle la victoria de las manos a los españoles, en el pantano de vargas, quienes al verse derrotados se repliegan a Paipa y a Molinos de Bonza. Por su parte, el ejercito patriota se aloja en el campo y el 26 de julio retrocede a sus posiciones de Corrales de Bonza. Esta cruel pero crucial batalla deja como resultado 500 bajas en el ejercito realista y 350 más en el ejercito patriota; forjando las bases que darían la libertad definitiva a la nueva granada solo 12 días después en la batalla final del puente de Boyacá.
Batalla del Pantano de VargasDe Tame partieron los próceres con el ejercito organizado así:
La tropa de Santander continuaba lo mismo bajo la denominación de División de Vanguardia; Todas la tropas de caballería e infantería formarían una sola división comandada por el General Anzoategui, se llamaría División de Retaguardia; por su parte El Cuerpo de Artillería estaría al mando del Coronel Bartolomé Salom.
De Tame a Pore el ejercito fue faldeando la cordillera, luego tomando el camino de Labranza Grande pero al llegar a Paya encontraron un fuerte realista, el cual fue tomado por el general Santander. El temor de encontrar más fuerzas realistas hace que Bolívar resuelva atravesar por el Páramo de Pisba, lo que representaba un alto riesgo debido a las dificultades del terreno y las inclementes condiciones atmosféricas del trayecto, pero solo El Libertador podría atreverse a tanto.
El frío aumentaba día a día al subir las tropas, pasando muchas penalidades, en los abismos se perdieron muchos hombres. Lo único que mantenía la moral era el ejemplo de Bolívar, quien los motivaba para que siguieran adelante, con su gran voluntad era normal verlo ayudando para acomodar una carga o a los soldados cansados. El camino quedo lleno de muertos pero los mas fuertes pudieron pasar. La caballería había llegado sin un solo caballo, las provisiones fueron abandonadas por falta de mulas para transportarlas, la infantería por poco no puede mantener secos los cartuchos en medio de la lluvias, las armas estaban sucias.
El 5 de Julio llego Santander con la vanguardia al pueblo de Socha al otro lado del páramo, mientras que Anzoategui llega al mismo sitio al día siguiente. Los pueblos le prestaron apoyo y ayudaron a ese ejercito a recuperarse.
Por su parte, al enterarse los españoles de la invasión, se dirigen hacia la región invadida del Sogamoso. El General Barreiro presento dos columnas de 800 hombres en Corrales y Gameza, a ambos lados del río Sogamoso. Allí acontecen enfrentamientos donde Justo Briceño derrota a los realistas mientras Barreiro no empeñaba la lucha, para reunir mayores fuerzas.
El comando patriota debido a lo inexpugnable de las posiciones realistas en Tasco deciden concentrar todo el ejercito para invadir a Cerinza y Santa Rosa. Marchan Santander y Anzoategui, mientras Soublette se reconcentra en Tasco. Siguen avanzando y con este hábil movimiento entran en las provincias de El Socorro y Pamplona, dominando el Valle del Sogamoso.
Para el 25 de julio, los patriotas habían logrado aumentar sus efectivos a 2600 hombres, por lo que Bolívar decide llevar a su tropa por el camino del Salitre de Paipa para atacar al enemigo por su espalda o forzarlo a abandonar sus defensas. Pero al este del Pantano de Vargas se presentaron los relistas para cerrarle el paso. El ejercito patriota se sitúa al frente de la posición realista , pero con desventajas de terreno, lo que supieron aprovechar los españoles para atacar.
La táctica salvadora improvisada a última hora por Simón Bolívar consistió en primer lugar encolocar en reserva casi toda su caballería, legión británica y llaneros. Se quedarían encerrados en el patio de una hacienda situada al pie de la cota que había convertido en su puesto de observación. Consistía también en enviar al resto de sus tropas por olas sucesivas, con orden de disputar el terreno milímetro por milímetro, a sabiendas claramente que no estaban en capacidad de resistir frente a la presión de los españoles. El resultado era que con cada repliego de los patriotas se incitaba a Barreiro a comprometer parte de sus reservas para lanzarlas contra ellos. La acción se había iniciado a las once de la mañana.
A las dos horas del combate, la derecha realista desaloja la izquierda patriota de la altura del este que tenía Santander, pero bolívar organiza un contraataque con las tropas vanguardistas dispersas recuperando nuevamente el terreno. El jefe realista, para repelerlos y acabar de una vez por todas, utilizó el resto de sus tropas. Los patriotas retrocedieron en desorden y se creyeron perdidos, con un enemigo encarnizado que les pisaba los talones y cuyo ardor se duplicaba ante la perspectiva de un triunfo inminente. Fue el momento que escogió Bolívar para lanzar la masa de sus tropas frescas. La legión británica en primer lugar, con james Rooke a la cabeza, quien cargó y se echó en el combate. Desconcertados, con su avance detenido, los españoles, sin embargo, seguían luchando encarnizadamente y era incierta la suerte de la batalla.
Bolívar seguía cuidadosamente, con su catalejo, las fases del combate. Detrás de él, percibía la agitación de algunos llaneros, ansiosos ante las noticias y que temblaban de impaciencia; pero todavía no había llegado el momento. Eran las seis de la tarde cuando por fin el Libertador ante la inminencia de la derrota se volteó hacia el jefe llanero.
--Coronel, gritó, ¡Salve usted la patria! a lo que el intrépido coronel contestó “es que Rondón no ha peleado todavía”. Rondón, un negro, hijo de esclavo, electrizado, se desprendió como un resorte largamentecomprimido y descendió, a galope tendido y con lanza en punta, por la colina, en dirección de la batalla. Detrás de él, catorce llaneros arrastrados por el ejemplo y la voz: “¡Que los valientes me sigan!” clavaban las espuelas sobre sus monturas. Catorce fieras que surgieron en el medio de las filas enemigas para perforar con sus lanzas a los infantes espantados que rápidamente fueron sumergidos por el resto de la caballería llanera que siguió de cerca la heroica carga de Rondón.
Con está heroica acción, el ejercito de Bolívar logra arrebatarle la victoria de las manos a los españoles, en el pantano de vargas, quienes al verse derrotados se repliegan a Paipa y a Molinos de Bonza. Por su parte, el ejercito patriota se aloja en el campo y el 26 de julio retrocede a sus posiciones de Corrales de Bonza. Esta cruel pero crucial batalla deja como resultado 500 bajas en el ejercito realista y 350 más en el ejercito patriota; forjando las bases que darían la libertad definitiva a la nueva granada solo 12 días después en la batalla final del puente de Boyacá.
Batalla de Boyacá 7 de Agosto de 1819 - Colombia
ras la victoria en el pantano de vargas, Simón Bolívar toma posesión de la ciudad de Tunja el 5 de agosto de 1819, interfiriendo las comunicaciones de la tercera división realista bajo el mando del coronel José María Barreiro, quien, para recuperarlas, se desplazó por el camino principal, a través del páramo de Cómbita, para llegar a la localidad de Motavita el día 6.
El sábado 7 de agosto en la mañana, el ejército realista desde Motavita inició su desplazamiento hacia Santafé de Bogotá. Su objetivo era llegar a la capital para unir sus fuerzas con las del virrey Sámano y organizar un frente militar contra Bolívar y el ejército libertador. Escogieron la vía por el Puente de Boyacá en el camino real, con dirección a la capital del Virreinato. Advertido de este movimiento, Bolívar ordenó la marcha de su ejército, también hacia el puente de Boyacá, dispuesto a tomarlo para impedir a Barreiro su desplazamiento hacia la capital granadina.
Las dos fuerzas se encontraron en el campo de Boyacá. El ejército libertador estaba conformado por 2.850 combatientes al mando del general Simón Bolívar. La vanguardia patriota estaba comandada por el general Francisco de Paula Santander y la retaguardia, por el general José Antonio Anzoátegui. El general Carlos Soublette era el jefe del estado mayor.
Las tropas patriotas estaban compuestas por venezolanos, granadinos y algunos grupos extranjeros, como la legión británica. Sus integrantes eran criollos, mestizos, mulatos, zambos, negros e indígenas, generalmente gentes pobres, escasas de alimentos y vestidos, llamados por las autoridades españolas "insurgentes". El ejército tuvo mucho apoyo popular de los granadinos, y en especial de los campesinos de Tunja.
Por su parte, el ejército realista estaba conformado por 2.670 soldados, de los cuales 2.300 eran de infantería, 350 de caballería y 20 de artillería. Éste pertenecía a la tercera división del Ejército Expedicionario de la Reconquista. Su comandante general era el coronel José María Barreiro; el jefe del estado mayor, el coronel Sebastián Díaz, y la vanguardia estaba comandada por el coronel Francisco Jiménez.
Desde el alto de San Lázaro en Tunja, el Libertador y el estado mayor observaron los movimientos del Ejército realista. A las 10 de la mañana ordenaron impedir el paso por elPuente de Boyacá, en el cual confluyen los dos caminos: el de Samacá, utilizado por los realistas desde Motavita y el camino real, utilizado por los patriotas.
A las 2 de la tarde la descubierta del Ejército patriota, encomendada al capitán Andrés Ibarra con sus jinetes, descendió del Boquerón de El Tobal y llegó hasta la Casa de Teja y sus alrededores, donde se enfrentó a la vanguardia realista que estaba en pleno almuerzo. El general Francisco de Paula Santander inició con la vanguardia el combate, y puso en retroceso a la vanguardia realista hasta el Puente de Boyacá, donde estaba fuerte en la orilla opuesta del río Teatinos.
En ese momento llegó al campo de Boyacá el grueso de la división de Barreiro por el camino de Samacá y se enfrentó a la retaguardia patriota comandada por el general Anzoátegui. En esos momentos llegó a la casa de Teja el Libertador Bolívar, quien se ubicó en una colina equidistante entre el puente y la casa. Así dice el coronel Antonio Obando en sus Apuntamientos para la historia: "El general Bolívar con nuestra retaguardia siguió el movimiento de Barreiro y se formó un frente al lado opuesto del río". A las 3 de la tarde la acción militar era intensa en dos combates simultáneos: las dos vanguardias en los alrededores del puente y el grueso de los ejércitos en la planicie hacia el camino de Samacá. Las fuerzas patriotas tenían unidad y facilidad en las comunicaciones; en cambio, las realistas estaban incomunicadas y separadas por el Teatinos y la vanguardia patriota.
Los soldados patriotas presionaron con heroísmo contra las fuerzas de Barreiro. La infantería patriota, con perfecta disciplina y asombrosa actividad militar, hizo un movimiento rápido y envolvente. Por su parte, el coronel Juan José Rondón con sus lanceros de Llano Arriba recibió la orden de atacar por el centro al ejército realista. Los lanceros de Rondón arremetieron con ímpetu a la infantería realista, que incapaz de resistir retrocedió en desorden. Un escuadrón de la caballería realista huyó por el camino de Samacá sin presentar resistencia. Asimismo, los patriotas aniquilaron al Batallón 2 de Dragones del ejército español.
Por su parte, simultáneamente Santander ordenó a las guías de Casanare, guiados por José María Ruiz, pasar al riachuelo Teatinos para volver por la espalda a la vanguardia realista. Los patriotas treparon por los escarpados lugares llenos de matorrales y se presentaron de improviso para envolver por la espalda a la vanguardia realista comandada por el coronel Francisco Jiménez. Dos escuadrones de españoles se enfrentaron a los llaneros, pero fueron derrotados. El general Santander aprovechó el desconcierto del enemigo para lanzar sobre el Puente de Boyacá a los batallones Cazadores y Primero de Línea, comandados por los tenientes coroneles Joaquín París y Antonio Obando. La vanguardia patriota pasó a la orilla derecha del río Teatinos o Boyacá y se tomó el Puente, el objetivo de la contienda.
El coronel Barreiro siguió combatiendo a la defensiva. Trató de rehacer su infantería en otra altura, pero la rapidez de las tropas patriotas cerró aquel anillo de fuego, por lo cual la retaguardia realista, cercada por todas partes, tuvo que rendirse. Así mismo se rindió la vanguardia ante la fuerza militar de la patriota, con su comandante Santander, considerado el 'Héroe de Boyacá'. La batalla terminó a las 4 de la tarde del 7 de agosto de 1819. Murieron más de 100 realistas, entre ellos el coronel Juan Tolrá y el comandante Salazar, y 150 quedaron heridos. De los patriotas murieron 13 soldados, entre ellos el capellán de la vanguardia, Fray Ignacio Díaz, y 53 quedaron heridos.
En la noche del 7 de agosto, un niño héroe de 12 años, Pedro Pascasio Martínez, quien no se dejó sobornar por monedas de oro, hizo prisionero a Barreiro y lo entregó a Bolívar en la casa de Teja. El niño fue ascendido a sargento por el Libertador y recibió una gratificación de 100 pesos. Los principales jefes realistas y 1.600 soldados españoles fueron hechos prisioneros.
En Ventaquemada el 8 de agosto, el general Carlos Soublette expidió el Boletín Nº 4 sobre la Batalla de Boyacá. El Libertador dictó el decreto de la 'Orden de Boyacá' para enaltecer a todos los batallones y escuadrones que participaron en la memorable batalla.
Con este enfrentamiento culminó la Campaña Libertadora de 1819, realizada en su corto período de 77 días, desde el 23 de mayo, cuando el Libertador Simón Bolívar expuso el plan en la aldea de los Setenta ante los jefes del ejército patriota, siguiendo un itinerario militar desde los Llanos de Casanare, la Cordillera de los Andes y las tierras de la antigua providencia de Tunja, el cual culminó en el Puente de Boyacá.
Cuatro claves de la batalla de BoyacáEn el puente sobre la quebrada Teatinos se selló la independencia de Colombia. Por la forma feroz como combatió a los españoles, Santander fue considerado el "Héroe de Boyacá".
La Batalla de Boyacá se convirtió en la piedra angular de la independencia del norte de Suramérica, que llevó a los triunfos de las batallas de Carabobo en Venezuela, Pichincha en Ecuador y Junín Ayacucho en el Perú y Alto Perú o Bolivia.
Hay cuatro hechos que si no se presentan podrían haber cambiado el curso de la guerra de la independencia.
1. El ataque Heroico de Rondón y sus lanceros, que volteó la batalla del Pantano de Vargas, porque si esto no ocurre los patriotas habrían sido derrotados.
2. La información clave de la niña Estefanía Parra en el Puente de Boyacá facilitó el ataque y la encerrona a las fuerzas de Barreiro, que si logran pasar el ducto habrían huido, al menos la mayor parte.
3. La captura del general Barreiro por parte del niño-soldado Pascasio Martínez, que de no producirse hubiera permitido al oficial español huir hasta Santa Fe, donde había una fuerza de más de 3.500 hombres, reagruparlos y dar pelea con mejores recursos.
4. El rumor de derrota que llegó a Santa Fe, donde el virrey Juan Sámano encabezó una desbandada general de las fuerzas militares y del gobierno español. Si ese chisme no llega, así y en forma oportuna, seguramente otro sería el destino de esta campaña libertadora, que duró 77 días y en la cual se libraron cinco combates con resultados de victoria: el del Trincherón de la Paya, el 27 de junio de 1819; los de Gámeza y Tópaga 5 y 6 de julio), después del increíble paso del ejército libertador por el Páramo de Pisba; Pantano de Vargas (25 de julio); Puente de Boyacá, 7 de agosto.
El sábado 7 de agosto en la mañana, el ejército realista desde Motavita inició su desplazamiento hacia Santafé de Bogotá. Su objetivo era llegar a la capital para unir sus fuerzas con las del virrey Sámano y organizar un frente militar contra Bolívar y el ejército libertador. Escogieron la vía por el Puente de Boyacá en el camino real, con dirección a la capital del Virreinato. Advertido de este movimiento, Bolívar ordenó la marcha de su ejército, también hacia el puente de Boyacá, dispuesto a tomarlo para impedir a Barreiro su desplazamiento hacia la capital granadina.
Las dos fuerzas se encontraron en el campo de Boyacá. El ejército libertador estaba conformado por 2.850 combatientes al mando del general Simón Bolívar. La vanguardia patriota estaba comandada por el general Francisco de Paula Santander y la retaguardia, por el general José Antonio Anzoátegui. El general Carlos Soublette era el jefe del estado mayor.
Las tropas patriotas estaban compuestas por venezolanos, granadinos y algunos grupos extranjeros, como la legión británica. Sus integrantes eran criollos, mestizos, mulatos, zambos, negros e indígenas, generalmente gentes pobres, escasas de alimentos y vestidos, llamados por las autoridades españolas "insurgentes". El ejército tuvo mucho apoyo popular de los granadinos, y en especial de los campesinos de Tunja.
Por su parte, el ejército realista estaba conformado por 2.670 soldados, de los cuales 2.300 eran de infantería, 350 de caballería y 20 de artillería. Éste pertenecía a la tercera división del Ejército Expedicionario de la Reconquista. Su comandante general era el coronel José María Barreiro; el jefe del estado mayor, el coronel Sebastián Díaz, y la vanguardia estaba comandada por el coronel Francisco Jiménez.
Desde el alto de San Lázaro en Tunja, el Libertador y el estado mayor observaron los movimientos del Ejército realista. A las 10 de la mañana ordenaron impedir el paso por elPuente de Boyacá, en el cual confluyen los dos caminos: el de Samacá, utilizado por los realistas desde Motavita y el camino real, utilizado por los patriotas.
A las 2 de la tarde la descubierta del Ejército patriota, encomendada al capitán Andrés Ibarra con sus jinetes, descendió del Boquerón de El Tobal y llegó hasta la Casa de Teja y sus alrededores, donde se enfrentó a la vanguardia realista que estaba en pleno almuerzo. El general Francisco de Paula Santander inició con la vanguardia el combate, y puso en retroceso a la vanguardia realista hasta el Puente de Boyacá, donde estaba fuerte en la orilla opuesta del río Teatinos.
En ese momento llegó al campo de Boyacá el grueso de la división de Barreiro por el camino de Samacá y se enfrentó a la retaguardia patriota comandada por el general Anzoátegui. En esos momentos llegó a la casa de Teja el Libertador Bolívar, quien se ubicó en una colina equidistante entre el puente y la casa. Así dice el coronel Antonio Obando en sus Apuntamientos para la historia: "El general Bolívar con nuestra retaguardia siguió el movimiento de Barreiro y se formó un frente al lado opuesto del río". A las 3 de la tarde la acción militar era intensa en dos combates simultáneos: las dos vanguardias en los alrededores del puente y el grueso de los ejércitos en la planicie hacia el camino de Samacá. Las fuerzas patriotas tenían unidad y facilidad en las comunicaciones; en cambio, las realistas estaban incomunicadas y separadas por el Teatinos y la vanguardia patriota.
Los soldados patriotas presionaron con heroísmo contra las fuerzas de Barreiro. La infantería patriota, con perfecta disciplina y asombrosa actividad militar, hizo un movimiento rápido y envolvente. Por su parte, el coronel Juan José Rondón con sus lanceros de Llano Arriba recibió la orden de atacar por el centro al ejército realista. Los lanceros de Rondón arremetieron con ímpetu a la infantería realista, que incapaz de resistir retrocedió en desorden. Un escuadrón de la caballería realista huyó por el camino de Samacá sin presentar resistencia. Asimismo, los patriotas aniquilaron al Batallón 2 de Dragones del ejército español.
Por su parte, simultáneamente Santander ordenó a las guías de Casanare, guiados por José María Ruiz, pasar al riachuelo Teatinos para volver por la espalda a la vanguardia realista. Los patriotas treparon por los escarpados lugares llenos de matorrales y se presentaron de improviso para envolver por la espalda a la vanguardia realista comandada por el coronel Francisco Jiménez. Dos escuadrones de españoles se enfrentaron a los llaneros, pero fueron derrotados. El general Santander aprovechó el desconcierto del enemigo para lanzar sobre el Puente de Boyacá a los batallones Cazadores y Primero de Línea, comandados por los tenientes coroneles Joaquín París y Antonio Obando. La vanguardia patriota pasó a la orilla derecha del río Teatinos o Boyacá y se tomó el Puente, el objetivo de la contienda.
El coronel Barreiro siguió combatiendo a la defensiva. Trató de rehacer su infantería en otra altura, pero la rapidez de las tropas patriotas cerró aquel anillo de fuego, por lo cual la retaguardia realista, cercada por todas partes, tuvo que rendirse. Así mismo se rindió la vanguardia ante la fuerza militar de la patriota, con su comandante Santander, considerado el 'Héroe de Boyacá'. La batalla terminó a las 4 de la tarde del 7 de agosto de 1819. Murieron más de 100 realistas, entre ellos el coronel Juan Tolrá y el comandante Salazar, y 150 quedaron heridos. De los patriotas murieron 13 soldados, entre ellos el capellán de la vanguardia, Fray Ignacio Díaz, y 53 quedaron heridos.
En la noche del 7 de agosto, un niño héroe de 12 años, Pedro Pascasio Martínez, quien no se dejó sobornar por monedas de oro, hizo prisionero a Barreiro y lo entregó a Bolívar en la casa de Teja. El niño fue ascendido a sargento por el Libertador y recibió una gratificación de 100 pesos. Los principales jefes realistas y 1.600 soldados españoles fueron hechos prisioneros.
En Ventaquemada el 8 de agosto, el general Carlos Soublette expidió el Boletín Nº 4 sobre la Batalla de Boyacá. El Libertador dictó el decreto de la 'Orden de Boyacá' para enaltecer a todos los batallones y escuadrones que participaron en la memorable batalla.
Con este enfrentamiento culminó la Campaña Libertadora de 1819, realizada en su corto período de 77 días, desde el 23 de mayo, cuando el Libertador Simón Bolívar expuso el plan en la aldea de los Setenta ante los jefes del ejército patriota, siguiendo un itinerario militar desde los Llanos de Casanare, la Cordillera de los Andes y las tierras de la antigua providencia de Tunja, el cual culminó en el Puente de Boyacá.
Cuatro claves de la batalla de BoyacáEn el puente sobre la quebrada Teatinos se selló la independencia de Colombia. Por la forma feroz como combatió a los españoles, Santander fue considerado el "Héroe de Boyacá".
La Batalla de Boyacá se convirtió en la piedra angular de la independencia del norte de Suramérica, que llevó a los triunfos de las batallas de Carabobo en Venezuela, Pichincha en Ecuador y Junín Ayacucho en el Perú y Alto Perú o Bolivia.
Hay cuatro hechos que si no se presentan podrían haber cambiado el curso de la guerra de la independencia.
1. El ataque Heroico de Rondón y sus lanceros, que volteó la batalla del Pantano de Vargas, porque si esto no ocurre los patriotas habrían sido derrotados.
2. La información clave de la niña Estefanía Parra en el Puente de Boyacá facilitó el ataque y la encerrona a las fuerzas de Barreiro, que si logran pasar el ducto habrían huido, al menos la mayor parte.
3. La captura del general Barreiro por parte del niño-soldado Pascasio Martínez, que de no producirse hubiera permitido al oficial español huir hasta Santa Fe, donde había una fuerza de más de 3.500 hombres, reagruparlos y dar pelea con mejores recursos.
4. El rumor de derrota que llegó a Santa Fe, donde el virrey Juan Sámano encabezó una desbandada general de las fuerzas militares y del gobierno español. Si ese chisme no llega, así y en forma oportuna, seguramente otro sería el destino de esta campaña libertadora, que duró 77 días y en la cual se libraron cinco combates con resultados de victoria: el del Trincherón de la Paya, el 27 de junio de 1819; los de Gámeza y Tópaga 5 y 6 de julio), después del increíble paso del ejército libertador por el Páramo de Pisba; Pantano de Vargas (25 de julio); Puente de Boyacá, 7 de agosto.
Pérdida de Panamá - Independencia de Panamá
Declaración de independencia de Panamá: un memorial de agravios sobre la administración colombiana
El Concejo de ciudad de Panamá se reunió en la Plaza Catedral, presidido por Demetrio Brid, director de la edición en inglés del Panamá Star & Herald. El Concejo reconoció como gobierno de facto una junta conformada por José Agustín Arango, Federico Boyd y Tomás Arias. Brid procedió a leer el manifiesto y la declaración de independencia y fijó para las 2:00 p.m. del día siguiente la proclamación formal de la independencia de la república. Cuando la gente supo que su nuevo país se iba a llamar «República del Istmo», protestó con vehemencia y exigió que el nombre se cambiara a «República de Panamá». La junta estuvo de acuerdo y firmó los documentos.
Aunque se supone que tanto el manifiesto como la declaración de independencia fueron redactados por el doctor Eusebio Morales, el manifiesto portaba el estilo del borrador que prepararon en Nueva York primero Cromwell y luego Bunau-Varilla, y al que se hacía referencia en el código Amador-Lindo-Bunau-Varilla. Decía, en parte:
"El acto trascendental que por movimiento espontáneo acaban de ejecutar los pueblos del Istmo de Panamá es consecuencia inevitable de una situación que ha venido agravándose día con día. Larga es la relación de agravios que los habitantes del Istmo hemos sufrido de nuestros hermanos de Colombia".
El lenguaje se parece al de la declaración de independencia de los Estados Unidos, pues destaca los agravios infligidos por el anterior soberano como causa de la emancipación. Sin embargo, en el caso de Panamá, la independencia se buscó no sólo porque Bogotá descuidaba la provincia, sino porque los panameños querían una nación independiente. Las similitudes con la versión norteamericana se encuentran a lo largo de toda la declaración de Panamá:
"El Istmo de Panamá fue gobernado por la República de Colombia con el criterio estrecho que en épocas ya remotas aplicaban a sus colonias las naciones europeas; el pueblo y el territorio istmeños eran fuente de recursos fiscales, y nada más. Los contratos y negociaciones sobre el ferrocarril y el Canal de Panamá y las rentas nacionales recaudadas en el Istmo han producido a Colombia cuantiosas sumas que no enumeramos para noaparecer en este escrito destinado a la posteridad como impulsados por un espíritu mercantil, que no ha sido nuestro móvil; y de esas cuantiosas sumas el Istmo no ha recibido el beneficio de un puente para sus numerosos ríos; ni el de la construcción de un camino entre sus poblaciones, ni el de un edificio público, ni el de un colegio, ni ha visto tampoco interés alguno en fomentar sus industrias, ni se ha empleado la más ínfima parte de aquellos caudales en propender la prosperidad".
El pasaje citado recuerda el del episodio del Motín del Té de Boston, la famosa protesta por los impuestos que desató la revolución de los Estados Unidos. La realidad es que los gravámenes no eran una carga significativa impuesta por el gobierno central, que se había vuelto inefectivo como resultado de veinte años de guerra civil. Obsérvese también la referencia al «Istmo» y al «pueblo istmeño», que quedó del plan original ideado en Nueva York. En la declaración se sigue criticando a Colombia porrechazar el tratado Hay-Herrán con el ánimo de perjudicar a Panamá:
Esta simplificación exagerada del punto de vista opositor se le debe a Bunau-Varilla. La verdad es que los colombianos rechazaron el tratado porque querían más dinero, y no para castigar a Panamá. La declaración termina con el compromiso de conformar una nueva república en donde "en suma, encuentren perpetuo asiento la civilización y el progreso" y en donde todos puedan "labrarse por medio del trabajo un porvenir venturoso y sin azares ni peligros".
"No faltaron hombres públicos que declararon su opinión adversa fundados en que sólo el Istmo de Panamá sería favorecido con la apertura de la vía en virtud de un tratado con los Estados Unidos, y que el resto de Colombia no recibiría beneficios directos de ningún género".
La junta les preguntó a los miembros del Concejo si estaban dispuestos a jurar lealtad a la nueva república, incluso si implicaba sostenerla "con sacrificio de sus familias, fortunas y vidas". Antes de que tuvieran tiempo de contestar, dos proyectiles cruzaron los aires. Una fuerte explosión hizo temblar las paredes. Había comenzado el bombardeo de la cañonera colombiana Bogotá. Esa tarde su comandante, el coronel Martínez, un oficial colombiano leal, había expedido un ultimátum: si no se ponía en libertad a los generales colombianos, abriría fuego. El pánico se apoderó de la muchedumbre en la Plaza Catedral a medida que la gente corría en busca de refugio. Durante casi media hora siguió el bombardeo, con unas cinco o seis explosiones.
El batallón de Huertas en la muralla de las bóvedas contraatacó bombardeando a su vez. Al cabo de una hora el Bogotá finalmente se retiró y se refugio detrás de la isla Pericos, en la Bahía de Panamá.
Las únicas víctimas del bombardeo fueron un chino que fumaba opio en una litera en la calle Salsipuedes, y un burro en el matadero. (El proyectil que mató al chino fue recuperado por De Obarrio, y luego se le obsequió como recuerdo a Prescott). La otra cañonera colombiana, el Padilla, no participó en la escaramuza, tal como había prometido su comandante, el general Varón.
Temiendo que el Bogotá remontara la costa hasta la ciudad cercana de Penonomé para conseguir refuerzos, Huertas despachó un mensajero en una pequeña canoa para advertirle al comandante del barco que «este movimiento cuenta con el pleno apoyo de los norteamericanos».
Cuando todo retornó a la calma, a las 10:00 p.m., el presidente del Concejo, Demetrio Brid, le envío un cable al presidente Roosevelt:
A Su Excelencia el Presidente de los Estados Unidos
Washington
La Municipalidad de Panamá celebra en este momento sesión solemne adhiriéndose movimiento separación Istmo de Panamá resto de Colombia, y espera reconocimiento de ese Gobierno para nuestra causa.
El Concejo de ciudad de Panamá se reunió en la Plaza Catedral, presidido por Demetrio Brid, director de la edición en inglés del Panamá Star & Herald. El Concejo reconoció como gobierno de facto una junta conformada por José Agustín Arango, Federico Boyd y Tomás Arias. Brid procedió a leer el manifiesto y la declaración de independencia y fijó para las 2:00 p.m. del día siguiente la proclamación formal de la independencia de la república. Cuando la gente supo que su nuevo país se iba a llamar «República del Istmo», protestó con vehemencia y exigió que el nombre se cambiara a «República de Panamá». La junta estuvo de acuerdo y firmó los documentos.
Aunque se supone que tanto el manifiesto como la declaración de independencia fueron redactados por el doctor Eusebio Morales, el manifiesto portaba el estilo del borrador que prepararon en Nueva York primero Cromwell y luego Bunau-Varilla, y al que se hacía referencia en el código Amador-Lindo-Bunau-Varilla. Decía, en parte:
"El acto trascendental que por movimiento espontáneo acaban de ejecutar los pueblos del Istmo de Panamá es consecuencia inevitable de una situación que ha venido agravándose día con día. Larga es la relación de agravios que los habitantes del Istmo hemos sufrido de nuestros hermanos de Colombia".
El lenguaje se parece al de la declaración de independencia de los Estados Unidos, pues destaca los agravios infligidos por el anterior soberano como causa de la emancipación. Sin embargo, en el caso de Panamá, la independencia se buscó no sólo porque Bogotá descuidaba la provincia, sino porque los panameños querían una nación independiente. Las similitudes con la versión norteamericana se encuentran a lo largo de toda la declaración de Panamá:
"El Istmo de Panamá fue gobernado por la República de Colombia con el criterio estrecho que en épocas ya remotas aplicaban a sus colonias las naciones europeas; el pueblo y el territorio istmeños eran fuente de recursos fiscales, y nada más. Los contratos y negociaciones sobre el ferrocarril y el Canal de Panamá y las rentas nacionales recaudadas en el Istmo han producido a Colombia cuantiosas sumas que no enumeramos para noaparecer en este escrito destinado a la posteridad como impulsados por un espíritu mercantil, que no ha sido nuestro móvil; y de esas cuantiosas sumas el Istmo no ha recibido el beneficio de un puente para sus numerosos ríos; ni el de la construcción de un camino entre sus poblaciones, ni el de un edificio público, ni el de un colegio, ni ha visto tampoco interés alguno en fomentar sus industrias, ni se ha empleado la más ínfima parte de aquellos caudales en propender la prosperidad".
El pasaje citado recuerda el del episodio del Motín del Té de Boston, la famosa protesta por los impuestos que desató la revolución de los Estados Unidos. La realidad es que los gravámenes no eran una carga significativa impuesta por el gobierno central, que se había vuelto inefectivo como resultado de veinte años de guerra civil. Obsérvese también la referencia al «Istmo» y al «pueblo istmeño», que quedó del plan original ideado en Nueva York. En la declaración se sigue criticando a Colombia porrechazar el tratado Hay-Herrán con el ánimo de perjudicar a Panamá:
Esta simplificación exagerada del punto de vista opositor se le debe a Bunau-Varilla. La verdad es que los colombianos rechazaron el tratado porque querían más dinero, y no para castigar a Panamá. La declaración termina con el compromiso de conformar una nueva república en donde "en suma, encuentren perpetuo asiento la civilización y el progreso" y en donde todos puedan "labrarse por medio del trabajo un porvenir venturoso y sin azares ni peligros".
"No faltaron hombres públicos que declararon su opinión adversa fundados en que sólo el Istmo de Panamá sería favorecido con la apertura de la vía en virtud de un tratado con los Estados Unidos, y que el resto de Colombia no recibiría beneficios directos de ningún género".
La junta les preguntó a los miembros del Concejo si estaban dispuestos a jurar lealtad a la nueva república, incluso si implicaba sostenerla "con sacrificio de sus familias, fortunas y vidas". Antes de que tuvieran tiempo de contestar, dos proyectiles cruzaron los aires. Una fuerte explosión hizo temblar las paredes. Había comenzado el bombardeo de la cañonera colombiana Bogotá. Esa tarde su comandante, el coronel Martínez, un oficial colombiano leal, había expedido un ultimátum: si no se ponía en libertad a los generales colombianos, abriría fuego. El pánico se apoderó de la muchedumbre en la Plaza Catedral a medida que la gente corría en busca de refugio. Durante casi media hora siguió el bombardeo, con unas cinco o seis explosiones.
El batallón de Huertas en la muralla de las bóvedas contraatacó bombardeando a su vez. Al cabo de una hora el Bogotá finalmente se retiró y se refugio detrás de la isla Pericos, en la Bahía de Panamá.
Las únicas víctimas del bombardeo fueron un chino que fumaba opio en una litera en la calle Salsipuedes, y un burro en el matadero. (El proyectil que mató al chino fue recuperado por De Obarrio, y luego se le obsequió como recuerdo a Prescott). La otra cañonera colombiana, el Padilla, no participó en la escaramuza, tal como había prometido su comandante, el general Varón.
Temiendo que el Bogotá remontara la costa hasta la ciudad cercana de Penonomé para conseguir refuerzos, Huertas despachó un mensajero en una pequeña canoa para advertirle al comandante del barco que «este movimiento cuenta con el pleno apoyo de los norteamericanos».
Cuando todo retornó a la calma, a las 10:00 p.m., el presidente del Concejo, Demetrio Brid, le envío un cable al presidente Roosevelt:
A Su Excelencia el Presidente de los Estados Unidos
Washington
La Municipalidad de Panamá celebra en este momento sesión solemne adhiriéndose movimiento separación Istmo de Panamá resto de Colombia, y espera reconocimiento de ese Gobierno para nuestra causa.