Ciudad Perdida es un importante destino turístico colombiano. Fue construida aproximadamente en el año 700 d.c. por comunidades indígenas tayronas como el principal centro urbano de esa antigua civilización. En medio de la densa flora de la Sierra Nevada de Santa Marta y de su Parque Natural, se encuentra la Ciudad Perdida o Parque Arqueológico Teyuna. Su hallazgo tuvo lugar en 1976 por un grupo de investigadores. Tiene alrededor de 13 hectáreas de área. Lo sorprendente de este destino es la complejidad de su arquitectura, que contempló un sistema de canales para transportar el agua lluvia por la población y las terrazas para conservar la fertilidad del suelo. También hay pinturas grabadas en piedra los cuales se destacan por las múltiples interpretaciones de sus tallas. En 1986 fue declarado Reserva de la Biosfera y patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La construcción continúa intacta lo que demuestra el talento arquitectónico que tenían los tayronas. ¿Cómo llegar? Es toda una aventura. Los guías son experimentados y aunque las caminatas son extensas y agotantes, si cuenta con buen estado físico no tendrá problema. Además, la recompensa que tendrá al descubrir esta maravilla, será encantadora. Los paseos pueden ser exigentes (8 horas al día como máximo), pero se puede optar por la opción de 6 días si cree que esto es demasiado para usted. Si todavía no está seguro de que esto es para usted, visite nuestras Recomendaciones para la Ciudad Perdida. Lo recomendable es contactarse con una agencia de viajes que le permita contar con una experiencia segura. Razones para visitar este destino
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Cristina Consuegra, una de las muchas víctimas que sufrieron la violencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha montado junto a su marido la agencia de viajes Galavanta, una agencia que organiza expediciones es los lugares misteriosamente bellos que, hasta noviembre de 2016, eran conocidos como los bastiones del grupo armado. Esta iniciativa se inserta en la creciente industria del turismo de lujo en el país. Galavanta tiene confeccionados una serie de itinerarios pioneros que lanzará en 2018 para multimillonarios y titanes de la industria que desean experimentar las intrigas y la belleza natural del país. Cada viaje se crea en conjunto con la Fundación Ecoplanet, una organización regional de conservación dirigida por el ejecutivo de Google y ardiente conservacionista Francisco Forero Bonell, con la misión de descubrir los tesoros ecológicos de Colombia. Así, por primera vez los viajeros VIP podrán descubrir el río fluorescente de Caño Cristales, las formaciones rocosas y cuevas cubiertas por pictogramas de la Serranía de la Lindosa, las estribaciones andinas ocupadas por jaguares y las mariposas de la Amazonía. Cristina Consuegra cuenta que todos los lugares que fueron estrictamente prohibidos por una de las guerrillas más largas y violentas del siglo XX y por eso conocerlos cuesta 100.000 dólares por persona siete noches. Caño Cristales es un río de color cambiante con un atractivo histórico que está cerca del pueblo de La Macarena. Los lugareños lo llaman el "río de los cinco colores" o el "arcoíris líquido" porque las plantas que florecen periódicamente en el lecho del río parecen que tiñen el agua en tonos de rosa, púrpura, amarillo, verde y rojo. "Solo ha sido accesible en los últimos años con nuevos vuelos desde Bogotá, y dos lindos refugios administrados por un joven biólogo",asegura Consuegra. Además, la región tiene un gran atractivo ecológico: es donde convergen las llanuras, los Andes y el Amazonas.
En Sierra Nevada se encuentran las asombrosas ruinas de La Ciudad Perdida, el albergue homónimo de Galavanta y fue hasta hace poco la sede del jefe paramilitar Jorge Cuarenta. La Serranía de la Lindosa estaba muy cerca de la pista de aterrizaje de Pablo Escobar. Y en la costa oeste, se encuentra El Choco, donde los rebeldes de las FARC fueron mano a mano con el ELC y los paramilitares pero ahora se puede ver a las ballenas jorobadas emigrar hacia el norte desde la Patagonia. Hay otros destinos en los que las visitas turísticas no están autorizadas, no por temor a la violencia, sino por su impacto negativo en la naturaleza. Los científicos creen que el Parque Nacional Chiribiquete en el Amazonas, por ejemplo, contiene una ciudad antigua bajo el denso suelo de la jungla y tiene cuatro comunidades indígenas que nunca han estado en contacto con la civilización moderna. Ver la fauna y las vistas espectaculares de la zona pondría en peligro a estas comunidades y ecosistemas frágiles, por tanto el gobierno nacional ha declarado fuera del alcance del turismo. En definitiva, Consuegra está aprovechando el turismo para ayudar a reescribir la historia de su país, no borrando el pasado sino revelando lo que la violencia había oscurecido durante mucho tiempo. Ella firmemente suscribe el antiguo lema promocional del gobierno: "El único riesgo para los viajeros es querer quedarse". La obra arquitectónica a 180 metros bajo tierra. Catedral de Sal de Zipaquirá monumento subterráneo de interés mundial y patrimonio cultural e histórico de Colombia.Haz clic aquí para editar. A 50 kilómetros de Bogotá, se encuentra una de las obras de arquitectura más importantes para los Colombianos, se le conoce como la joya arquitectónica de la modernidad y se espera que sea declarada como una de las Maravillas del Mundo.
La primera maravilla de Colombia, la Catedral de Sal de Zipaquirá, es el resultado de depósitos de sal en las montañas del municipio con más de 200 millones de años de antigüedad. Es una mina utilizada como un espacio alternativo, el cual se traduce a un universo subterráneo en el que los visitantes podrán encontrar 8.500 metros cuadrados de una rica colección artística, donde la delicadeza del arte y la rudeza del trabajo minero tienen como resultado esculturas talladas sobre sal y mármol en un ambiente arquitectónico, cultural y natural. La catedral ofrece un recorrido guiado o la ruta del minero la cual se divide en tres tramos básicos: El primero lo constituye el Viacrucis, un recorrido que consiste en pequeños altares tallados en roca de sal, que hacen memoria del Camino al Gólgota de Jesucristo con su Cruz; el segundo tramo es conformado por la cúpula, donde se puede observar a 145 metros de distancia la cruz mayor de 16 metros de altura tallada en bajo relieve, ubicada en la nave central, desde ahí se puede descender hacia los balcones sobre las cámaras, el coro y las escaleras del laberinto del Nártex. Y el tramo finalconduce al centro de la catedral, en donde se divide la estructura en espacios donde se encuentra La Creación del Hombre (un Homenaje a Miguel Ángel) obra tallada en mármol, Cuatro inmensas columnas cilíndricas simbolizan los cuatro evangelistas que están atravesadas por una grieta que simboliza la natividad y descendimiento de Cristo. Parece mentira que el departamento del Guaviare esté convirtiéndose en un gran destino turístico, con un enorme potencial de atraer a viajeros de todo el mundo. Parece mentira, pero no lo es. “Guaviare hace parte de esa Colombia más grande que se nos amplía con la perspectiva de la paz, la cual queremos posicionar a nivel mundial”, asegura Felipe Jaramillo, presidente de ProColombia, entidad que promueve a esta región como uno de los principales destinos del país en el 2017. Aunque San José ha sido una capital estigmatizada por la violencia de otras épocas, la Cámara de Comercio local afirma que en 2015 la región fue visitada por cerca de 9.000 turistas. Guaviare, cuya población es de 113.000 habitantes, está lleno de posibilidades. Llegar hasta allí no es tan difícil como se cree, pues para pisar sus tierras basta tomar un vuelo en Bogotá –dura 45 minutos– o embarcarse en un viaje por tierra que dura cerca de ocho horas por vías en muy buen estado. Estas son algunas de las maravillas naturales del Guaviare. ( En video: Las maravillas del Guavire) La linda ruta hacia La Lindosa Arribar a territorio guaviarense es todo un privilegio para los que aman los destinos de naturaleza. Significa llegar a una zona rodeada de selva tupida, en la que se destaca la serranía de La Lindosa, toda una joya escondida por sus variados ecosistemas, formaciones rocosas y asombrosas especies animales, como el tigrillo. El biólogo César Arredondo asegura que la zona de 18.000 hectáreas acoge más de 300 especies de aves. “Es un lugar perfecto para la ornitología”, resalta. Además, en La Lindosa se encuentra la Ciudad de Piedra, cuyas rocas forman calles y hasta carreras. Y es que los guías han dado nombre a las intersecciones, que dan la impresión de estar en una urbe de roca. Atención también a los pozos de agua que están por doquier, a la flor del Guaviare –una especie de planta endémica, símbolo del departamento–, a las cuevas y a balnearios como Caño Lajas, muy parecido a Caño Cristales por sus algas multicolores. or la carretera a Puerto Arturo, en el alto de Quiebra Patas, se encuentra una de las más sorprendentes formaciones rocosas del departamento: la Puerta de Orión.
El lugar exhibe una ordenada distribución de cavidades y cornisas. Desde su punto más alto, los visitantes pueden ver lo imponente que es toda la serranía: el hábitat perfecto para aves como el atrapamoscas risquero (Hirundinea ferruginea) o el popular gallito de roca (Rupicola rupícola). Trazados rupestres en cerro Azul Los rastros que siglos atrás dejaron los seres humanos que habitaban lo que conocemos como Guaviare pueden verse en las pinturas rupestres de cerro Azul, también conocido como cerro Pinturas. A 47 kilómetros de San José queda este imponente y majestuoso lugar, donde una formación rocosa sobresale entre la selva. Para visitar este lugar hay que emprender una caminata de una hora. Aunque no se tienen datos concretos de la antigüedad de las pinturas, los guías locales afirman que tienen más de 1.000 años. “Lo que hay en cerro Azul son representaciones culturales de comunidades indígenas, como en la serranía de El Chiribiquete o sierra La Macarena”, explica Luis Cardona, guía de la cooperativa turística Recréate Guaviare. La primera maravilla de Colombia y una de las siete del mundo moderno está a una hora de Bogotá. Se trata de la Catedral de Sal de Zipaquirá, un complejo subterráneo de 180 metros de profundidad que lo llevará a tener una experiencia única. Estos socavones del municipio de Zipaquirá datan de hace 200 años, pero solo hasta 1995, cuando se remodeló la antigua catedral, es que este sitio empezó a tomar gran importancia para el turismo de la región. En la actualidad, el Parque de Sal también ofrece deportes extremos, museo, show de luces, cine 3D y otras actividades que lo convierten en un plan inevitable mientras se viva en Bogotá. En CÍVICO le contamos las tarifas, cómo llegar y de qué se trata esta experiencia. Haz clic aquí para editar. Viaje subterráneo Muchos creen que se dirigen al infierno cuando empiezan a sentir el impregnante olor a azufre. Sin embargo, paradójicamente usted descenderá a un santuario católico que recrea el viacrusis de Jesucristo, pasando por todas sus etapas. Las estaciones del viacrusis son relatadas por un guía, quien le explica el significado de cada altar y su relación con esta historia bíblica. El tunal de más de un kilómetro lo conducirá a hermosa cúpula. Desde allí, bajando una rampa, se encontrará con una de las figuras más vistosas de la Catedral de Sal: una inmensa cruz tallada en bajo relieve. medítelo bien. Durante todo el recorrido, se topará con las obras de Ludovico Consorti (el mismo del monumento a Los Héroes) en la que se ven retratadas figuras como los ángeles Gabriel y Miguel. Otro de los escenarios que más impresiona a los turistas es el espejo de agua, producto de la extracción de la mina que deja el líquido con una concentración de 310 gramos de sal por litro (al mismo nivel del Mar Muerto). La experiencia afuera de la catedral El Parque de la Sal también es un conjunto de actividades para la familia y los osados. Durante su visita se le puede medir al muro de escalar por $10.000 (tres intentos). Incluso hay canopy. Otra de las experiencia perfectas para los más curiosos es el Museo de la Salmuera. Allí verá el proceso de disolución de la roca de sal por medio de salas didácticas. ¿Cómo llegar?
Debe ir hasta el portal del norte y tomar el intermunicipal que se dirige a Zipaquirá. El viaje dura aproximadamente 50 minutos. Cuando llegue a Zipaquirá tendrá que subir unos dos kilómetros y atravesar las plazas más importantes del pueblo hasta llegar a la catedral. Precio y horario Entrar tiene un costo de $30.000 por persona. El Parque de Sal está abierto todos los días de 9:00 a.m. a 5:40 p.m. ¡No pierda oportunidad de decir que conoce la primera maravilla del país! Lea más recomendaciones cerca a Bogotá |